Sí es posible ejercitar los músculos de la pelvis y aquí te mostramos cómo hacerlo.
En medio de la sexualidad hay varios aspectos que se tienen en cuenta para tener experiencias inolvidables. Y hay algo que no muchas mujeres tienen en cuenta, pues quizá no lo sabían. Se trata del fortalecimiento del suelo pélvico o de los músculos que recubren partes como la vagina y el útero. Hacer ejercicios para esta región del cuerpo tiene más de un beneficio y, por supuesto, uno de ellos está en el plano sexual.
Estos ejercicios específicos permiten que las mujeres puedan, con el paso de los años, recobrar la estabilidad y la fuerza fortaleciendo la uretra, la vejiga, el recto y también el útero. Lo cierto es que las mujeres saben lo que hace el tiempo en el cuerpo, no solo en la aparición de arrugas, sino también en la flacidez que aparece tanto externa como internamente, situación que se agudiza aún más en las mujeres que han tenido embarazos.
Lo cierto es que los ejercicios de Kegel son especial para esta área y ayudan a prevenir la incontinencia urinaria, también facilitan los procesos de parto y ni hablar de lo que hace en la salud y placer sexual de las mujeres. Estos son los beneficios y cómo practicarlos.
Aunque los ejercicios de Kegel se recomiendan especialmente durante los periodos de embarazo y posparto, lo cierto es que empezar desde temprana edad te ayudará en estos procesos hacia el futuro, además de otros beneficios en tu salud emocional, física y sexual. Sin embargo, hemos hablado de esta práctica pero no cómo realizarla exactamente.
Localiza los músculos de esta región pélvica. Por ejemplo, siéntate y tose con fuerza. Sentirás como una parte interna en ti se mueve, allí es importante fortalecer. Túmbate en una superficie plana, flexiona las rodillas poniendo las plantas de los pies en el suelo y separa las piernas. Después, contrae el ano y notarás cómo se mueve un músculo hacia dentro. Este es tu segundo punto para trabajar.
¿Cómo ejercitar estas partes? El suelo pélvico se fortalece a través de dos tipos de contracciones: rápidas y lentas. En las rápidas contraemos y subimos los músculos del suelo pélvico rápidamente y con fuerza. Al terminar, relajamos unos segundos y volvemos a realizar las contracciones. Repetimos este ejercicio 10 veces. En las lentas contraemos hacia dentro con toda la fuerza que podamos y aguantamos durante 5 segundos. Después relajamos durante 10 segundos y volvemos a aguantar la tensión otros 5 segundos. Repetimos el ejercicio 10 veces.
Una vez dominados los ejercicios de Kegel, puedes practicarlos en otras posiciones. De mayor a menor dificultad. En cuclillas y con las piernas separadas. De pie y con las piernas separadas, ligeramente. Tumbada, boca arriba, con las rodillas dobladas y las piernas ligeramente separadas. De rodillas y con las manos apoyadas, como si estuviésemos gateando.