Ya no tienes que limitar tus experiencias por miedo a los peligros en las redes sociales. Así puedes disfrutar sin preocupaciones.
El sexting es una práctica habitual en las parejas, y es un gran recurso que muchos utilizan para incrementar la llama de la pasión. Tanto en relaciones a distancia como en parejas que llevan varios años, es la alternativa ideal para quienes quieran salir de la rutina.
Este es entendido como la actividad en la que dos personas comparten contenido erótico o sexual a través de mensajes, ya sean de texto, fotografías o videos y puede variar dependiendo de los acuerdos que estén estipulados en cada relación o interacción personal.
Aunque es practicado por muchos, para nadie es un secreto que en algunas ocasiones se ha convertido en un inconveniente. Y es que hombres y mujeres han visto vulnerada su privacidad y su confianza tras la publicación de material íntimo que alguna vez enviaron a otra persona.
Es por esto que existen algunos consejos para que esta práctica sea divertida y le aporte a la sexualidad de cada relación, sin el riesgo de que se convierta en un problema en el futuro.
Desafortunadamente, quienes hacen sexting están expuestos a cualquier vulneración de su privacidad. Por lo tanto, la prioridad debe ser prevenir que la persona quede comprometida.
Diana Henao, sexóloga clínica y experta en medicina familiar, en medio de una conversación con Fucsia, hizo énfasis en que no debes revelar nada que permita que se identifique quién está en la fotografía.
Es decir, que no se debe mostrar el rostro, tatuajes, cicatrices, lunares u otros elementos en el espacio que puedan hacer que se delate quién es. Incluso la voz puede ser un factor de riesgo con el que podrías exponerte.
A medida que ha pasado el tiempo, usuarios de redes sociales han cambiado la aplicación en la que hacen sexting. Desde el 2012 la alternativa usada por muchos fue Snapchat, en especial, porque ofrecía la posibilidad de que el contenido se eliminara 24 horas después de publicarlo.
Hoy en día, el uso de esta red social ha disminuido, por lo que, quienes lo practican se han dirigido a otras opciones, como lo son WhatsApp y la nueva función en la que las fotografías se pueden ver una sola vez, o Instagram, que también permite lo mismo.
La sexóloga enumeró otras posibilidades de las que puedes hacer uso, como las salas privadas que tienen los mensajes encriptados, aunque debes saber que normalmente estas tienes que pagarlas.
Adicionalmente, se debe borrar el contenido después de la dinámica, pues puede quedar en las manos de hackers, o de personas indeseadas si el dispositivo es hurtado, o si se le realiza mantenimiento por parte de un tercero “el contenido que tenga guardado en el celular o en el computador puede ser presa fácil para ser hackeado”, aseguró.
Según We live security, algunos lineamientos que se deberían seguir para tener mayor seguridad al hacer sexting, incluyen el cuidado de quién tiene poder sobre los dispositivos en los que se almacenan fotografías, evitar el acceso a redes públicas, tener una buena contraseña en los teléfonos móviles y asegurarse de que el contenido eliminado sí quede realmente eliminado.
Una de las principales preocupaciones de muchos, es que el contenido explícito e íntimo sea publicado en redes sociales. Sin embargo, de esta problemática pueden derivar otros aspectos aún más complicados.
El primero de ellos es la sextorsión, una práctica en la que la persona es chantajeada por otra con el fin de que el material no se haga público. Esto puede realizarse a través de otras redes sociales, incluso, en ocasiones no se sabe quién es la persona que amenaza con distribuir el material.
Henao afirmó que “del amor al odio hay un pasito muy pequeño y esa persona puede utilizar ese material con contenido sexual explícito para extorsionarte o para vulnerar tus derechos”, por lo que hay que ser muy cuidadosas con lo que compartimos y con quién lo hacemos.
Los menores de edad están expuestos a mucha información y algunos se arriesgan a hacer sexting sin saber mucho sobre las precauciones que deben tener. No obstante, si fotografías o videos llegan a hacerse públicos, esto podría ser catalogado como pornografía infantil.