No sentir atracción por tu pareja es más común de lo que crees.
Al estar en una relación, y aún más en una que lleva mucho tiempo, es común y normal presentar altibajos. Aquí tenemos en cuenta nuestros estados de ánimo, costumbres y problemas cotidianos que, sin querer, afectan nuestro comportamiento e incluso sentimientos hacia nuestra pareja.
Estos cambios en el sexo no pasan desapercibidos: “El deseo sexual varía de una época a otra y también depende mucho del estado de ánimo de cada persona. Por ejemplo, si hay un exceso de estrés, el deseo sexual se inhibe. En ocasiones, otros motivos son hormonales o físicos y es normal que haya rachas de mayor o menor libido”, explica la psicóloga Laura Palomares para la Revista Glamour.
Entonces, sí. Es normal no sentir el mismo deseo desenfrenado y el fuego que casi siempre está en el inicio de todas las relaciones. Sin embargo, hay algunas ocasiones donde el no desear a tu pareja puede ser síntoma de algo más profundo. Para ello, hay algunos consejos.
Para comenzar, debes identificar qué es exactamente lo que sientes, o no sientes. Y uno de los sentimientos que más se cruzan por la mente en este caso es la culpa. Te sientes culpable porque ‘lo normal’ es querer acostarte con quien, se supone, amas.
La sexóloga Emily Nagoski aclara en su libro Come as You Are: The Surprising New Science That Will Transform Your Sex Life que la culpa disminuye aún más el deseo, ya que uno de los detonantes principales de que no quieras a tu pareja en la cama es el estrés: “Este (el estrés) es un mecanismo de supervivencia que te ayuda cuando tu cuerpo te envía señales que te dicen que no estás seguro en este momento, y si no estás seguro en este instante, ¿es esa una buena ocasión para tener relaciones sexuales?”.
Determina si sí quieres cambiar la situación o si, por el contrario, para ti esto es lo que necesitabas para decidir irte. Sin embargo, si sientes que es solo un bache en el camino y quieres resolverlo, las expertas Nagoski y Palomares te pueden guiar con estos tips.