La afectada decidió contar lo sucedido por medio de su cuenta de TikTok y su historia se hizo viral.
Hoy en día cada vez es más común hacerse procedimientos estéticos con sustancias como bótox o ácido hialurónico, no obstante, en ocasiones, por afán, las personas no se percatan en un 100 % de poner su vida o su cuerpo en manos de especialistas certificados y con todo lo que se requiere en este tipo de casos.
Nadia Ortiz, una usuaria de TikTok, dio a conocer el percance que tuvo tras someterse a una remodelación con ácido hialurónico.
La joven contó que después de unos días de haberse inyectado la sustancia sintió un bulto en su nariz que con el paso del tiempo empezó a cambiar de color como cuando le dan un golpe, es decir, se tornó morada y después negra.
Aunque la mujer intentó ser muy intensa con la persona que se había encargado del procedimiento, preguntándole a cada rato por qué estaba sucediendo esto y que debía hacer, el individuo nunca le prestó la atención necesaria y, por el contrario, trató de convencerla de que era algo totalmente normal en este tipo de casos.
“Pues, el primer día me dijo ah no pasa nada, es normal, sóbate aquí. El segundo día que yo le escribí, le dije, oye, está inflamado, me dijo sí, no pasa nada, es normal, el tercer día que yo le escribí, le dije me están saliendo puntitos”, reveló la mujer por medio del contenido audiovisual.
A los días, Ortiz se dirigió al centro estético, donde el encargado le dijo que debía rasparle la piel por el color que había producido porque supuestamente se le había “muerto” y que así sanaría más rápido, una decisión totalmente errónea.
La joven optó por acudir a una especialista donde le relató lo que había pasado y esto fue lo que ocurrió: “Fue una obstrucción (…), me explicó la doctora que posteriormente me vio y está tratando mi caso, que lo que pasó fue me taparon una arteria, por lo tanto, mi nariz dejó de tener circulación, dejó de llegar sangre a la nariz, entonces se necrosó y esto quiere decir que perdí el tejido, mi piel se murió”.
Finalmente, Nadia envió un mensaje contundente a todas aquellas personas que quieren hacerse este tipo de procedimientos para que tomen conciencia, se informen bien y que además sepan con qué cirujano se tratarán.
El pasado 27 de enero, una joven de 21 años cuyo sueño era realizarse una rinoplastia falleció por las fallas en el procedimiento que le practicaron.
Karen Yulieth Cárdenas, estudiante de Psicología de la Universidad Pontificia Bolivariana de Bucaramanga, confió en un especialista en temas estéticos de una clínica ubicada en Floridabanca.
El procedimiento era ambulatorio, por lo que apenas terminaron de retocarle su nariz, fue autorizada para irse a casa, sin embargo, a los minutos de llegar a la vivienda se desmayó y aunque reaccionó unos segundos, al instante se volvió a desplomar.
En ese momento, cuando sus familiares se percataron de que algo grave estaba sucediendo, llamarón a una ambulancia para ser llevada con rapidez al centro médico más cercano donde, de acuerdo con los médicos, presentó cinco paros cardiorrespiratorios seguidos que su cuerpo no aguantó y murió.
“Salió, pero se sentía mareada, entró a la casa, se desploma, la reanimamos con alcohol, volvió a desplomarse, la llevamos a la Clínica Comuneros de urgencia, entró en paro cinco veces, la reanimaron, la entubaron, le sacaron un litro de sangre de las vías respiratorias, se había desangrado por dentro, eso nos dijeron. Se nos murió la niña, era una niña sana, se graduaba en mayo, queremos saber qué fue lo que pasó, qué vamos a hacer sin nuestra niña”, explicó su hermano, Edward Cárdenas Uribe, quien en el momento de los hechos estuvo presente y aunque con sus alegados trataron de hacer hasta lo imposible por salvarla, su fallecimiento los tomó con total sorpresa.