A John Poulos lo señalan de recrear escena del caníbal de Milwaukee. Conoce por qué.
El pasado 22 de enero, el ciudadano extranjero John Poulos tomó la decisión de acabar violentamente con la vida de la colombiana Valentina Trespalacios quien tenía entre 23 y 25 años.
Señalado como presunto asesino, este hombre, de acuerdo con bastante material probatorio, así como videos de cámaras de seguridad, la habría matado dentro del apartamento en el que estaban juntos y cuyo cuerpo, sin signos vitales, sacó de la vivienda en una maleta grande de color azul.
Lo escalofriante de caso fue la forma en la que hizo lo posible porque cupiera todo el cadáver, doblando sus extremidades y dejando su cabeza por fuera. Los restos de la reconocida Dj fueron encontrados en un contenedor de basura en la localidad de Fontibón, allí un reciclador de la zona se percató del hallazgo y lo reportó a las autoridades.
Este rechazado feminicidio le ha dado la vuelta al mundo y hasta ha sido comparado con asesinatos similares, uno bastante popular que se llevó hace bastantes años por el caníbal de Milwaukee, Jeffrey Dahmer, quien durante 10 años acabó con la vida de 17 hombres.
Este asesino conoció a una de sus víctimas, identificado como Steven Tuomi, en un bar gay, por la atracción que sintieron tomaron la decisión de ir a la habitación de un hotel en el que ocurrió algo atroz.
Durante esa terrible noche, Dahmer se drogó y aunque siempre aseguró que no se acordaba de lo que había sucedido, se despertó sobre la cama, al lado del cadáver de Tuomi que había destrozado con sus propias manos.
Cuando se dio cuenta de lo que había hecho quedó totalmente petrificado porque era apenas su segundo homicidio y aseguró que no estaba consciente cuando pasó. Después de calmarse, se fue del hotel y lo único que se le ocurrió fue comprar una maleta muy grande.
Fue en esta maleta en la que, con bastante dificultad y como pudo, doblo y partió el cuerpo de su víctima para que cupiera y hasta se sentó encima para poder cerrarla. Posteriormente, se dirigió a su auto y aunque varias personas del personal querían ayudarlo con el equipaje, no los dejó y el mismo lo subió al baúl.
Al llegar a casa de su abuela, decide bajar al sótano donde cometía la mayoría de desmembramientos y siguió el mismo modus operandi que lo caracterizaba y que es bastante perturbador. Lo más extraño de este hombre fue que cuando la policía intervino en todo lo que estaba haciendo, entre los cráneos que encontraron en su vivienda y que conservaba como “premios” estaba el de Steven.