La actriz contó un suceso que la marcó y cambió su vida.
Esta hermosa actriz es recordada por sus numerosos proyectos en la televisión colombiana. Entre estas aparece “El último matrimonio feliz” o su papel más famoso es sin duda alguna el de Renata Gómez en la primera temporada de Las muñecas de la Mafia,. En esta, su personaje termina involucrado en el mundo del narcotráfico y muere como consecuencia del mismo.
En la actualidad, Ferreira sigue trabajando en proyectos de televisión y es coach. A través de sus redes sociales comparte mensajes espirituales y rutinas de ejercicio para todos sus seguidores. Además, publica momentos con sus dos hijos y su esposo, el también actor, Fabian Ríos. Este último trabajó en la novelas como “Sin senos no hay paraíso”.
Recientemente, la mujer estuvo en el programa de entretenimiento de los fines de semana en Caracol Televisión, “La Red”. En este realizó confesiones de su vida y reveló un fuerte momento que vivió y cómo lo superó.
Actualmente, Yuly es madre de dos hijos, sin embargo, antes del nacimiento de David, el mas pequeño de los dos, tuvo una fuerte perdida durante su segundo embarazo. El corazón del bebé que llevaba en su vientre dejó de latir.
La actriz relató que: “fui al ginecólogo porque yo escuchaba el corazón de mi bebé, me pasaron por el proceso de pastillas y no pasó nada por lo que yo decía ‘está vivo’, pero el doctor me decía que no y me diagnosticaba otras pastillas y sentir el dolor es tan desgarrador”.
Después de enterarse de la noticia, la actriz dijo que: “en ese momento uno se quiere morir… Fueron momentos tan duros y desgarradores, además que no yo no lo quería aceptar, lo sabía, pero no quería aceptarlo y esa etapa hay que pasarla, hay que vivir el duelo”.
Mientras vivía ese fuerte momento, su amiga, la cantante Adriana Lucía, empezó a hablarle de Dios y a invitarla a que leyera la biblia. “Siempre conocí de Dios, pero no tenía una relación muy cercana. Empiezo a conocer de Jesús hace 13 años gracias a mi amiga Adriana Lucía, quien fue la que me invitó a conocerlo”.
Cuanto encontró la paz y la tranquilidad en ella misma fue en busca de una segunda opinión. “Voy a otro ginecólogo, uno cristiano y me dice que vamos a revisar porque yo sé que crees que está vivo, pero él me habló para aceptar que ya lo habíamos perdido. Cuando llegó el momento del legrado, sentí paz en mi corazón”, expresó.
Después de su pérdida, se entregó a Dios y empezó a pensar que tendría un hijo al que llamaría David y asa fue, en 2009 la actriz tuvo a su pequeño.