Los excesos lo llevaron a tener una ruina económica.
Marcelo Cezán, es uno de los conductores más queridos y carismáticos de la televisión colombiana.
A sus 51 años el artista tuvo una gran trayectoria, pasando a ser reconocido por sus trabajos como actor y presentador. Miles de familias lo recuerdan en proyectos como ´Do Re millones´, ´Tentaciones´, ´Me llaman Lolita´, ´Amor a la plancha´, ´Amor sincero´, ´Anita, no te rajes´y a Juego limpio.
Una, en especial, lo llevó a tener diversas polémicas, puesto que los televidentes no estaban de acuerdo de que se lanzará porque aseguraban que la novela incentivaba los abusos sexuales contra niños y niñas.
´Me llaman lolita’ (1999), un proyecto que narraban la historia de una niña que se enamoraba perdidamente de un hombre mayor. Además, que en el momento su compañera, Carla Giraldo, protagonizaba a Lolita cuando tenía 11 y Cezán 30 años.
Esto no lo detuvo para llevarse el corazón de los colombianos con sus diversas producciones. Actualmente sigue en la televisión colombiana como presentador en el programa ´Bravíssimo´.
Marcelo, cuyo nombre de pila es Edgar Alfredo Gómez, actualmente junto a su esposa Michelle Gutty, con la quien profesa el cristianismo, y su hijo Fabrizio, son una de las familias más unidas de los famosos.
Como cualquier famoso ha tenido momentos altos en su carrera donde la fama y la fortuna los llevaron lejos. Sin embargo, el presentador paso por una situación difícil que lo llevo a estar gravemente económicamente, por excesos que se le salieron de las manos. Así lo confiesa en una entrevista para el programa ´Lo Sé Todo´.
Cezán comentaba que el tener una vida de fiesta, que solía llevar, lo dejó en unas circunstancias complicadas, ya que debía más de 400 millones de pesos y con cuotas mensuales de 12 millones de pesos.
Tras estar dedicado a una vida de fiesta y sin tanto ámbito espiritual, lo que hizo que el presentador reaccionara fue en el momento en el que empezó a tener unas complicaciones médicas en diciembre 24 de 2010.
“Ese día toqué fondo. Yo me levanté muy temprano en la mañana después de una fiesta brava en Pereira y me había contagiado de una amigdalitis, una enfermedad bacteriana muy fuerte y el médico me había dado unos antibióticos y me seguían derecho”.
Al enfrentarse con sus consecuencias, la tristeza también empezó a invadirlo hasta el punto en que pensó quitarse la vida.
Esto le paso hace casi 13 años, pero seguramente fueron algunas razones que lo acercaron a estar actualmente unido al cristianismo.