Calificó de sexista la presión que se ejerce sobre las mujeres por envejecer.
La edad se va notando con el paso del tiempo y contra ello no se puede hacer absolutamente nada. Algunas celebridades tratan de retrasar las huellas de la edad sometiéndose a tratamientos estéticos, pero a fin de cuentas tarde o temprano el paso de los años se nota.
En Hollywood, por ejemplo, es donde más se ve que las celebridades hagan todo lo posible por tratar de lucir siempre bien, con una piel lozana y con apariencia juvenil. Pese a las exigencias de la industria, hay celebridades que han sido enfáticas en que no van a dejar de ocultar su edad por complacer a nadie, todo lo contrario, lucen sus arrugas y canas con mucho orgullo como una evidencia de la experiencia adquirida con el tiempo.
Sarah Jessica Parker, recordada por su papel de Carrie Bradshaw en la popular serie Sex and the city es una de las famosas que se suma a esta ola. La estadounidense a sus 57 años es considerada como un ícono de elegancia y belleza, pero para ella este último concepto trasciende más allá del número que representa la edad y ha demostrado que se puede envejecer con mucho estilo.
La famosa actriz de 57 años conserva sus canas y deja ver sus arrugas sin tapujos en lo que es visto como un gran gesto de amor propio y que denota la seguridad de Sarah. Se hace la de la vista gorda frente a los malos comentarios que recibe y se enfoca más en enviarle un poderoso mensaje a la mujer.
La también protagonista de la película Soltero en casa concedió una entrevista al medio InStyle y sentó su posición con respecto a las críticas que ha recibido por dejarse las canas y permitir que vean sus arrugas. Ella fue enfática y dijo que no le preocupaba envejecer bajo el entendido que es un proceso completamente natural.
“No pienso en ello. Es la pura verdad. Me veo obligada a pensar en ello por lo que hago para ganarme la vida y porque otras personas parecen querer que piense en ello o están pensando en mi edad”, afirmó de manera vehemente la estrella de cine y televisión. Calificó de sexista la presión que se ejerce sobre las mujeres por envejecer y afirmó que los hombres no sufren por este mismo proceso. Además, habló de la ansiedad que se genera en algunas mujeres por ello.