La joven modelo brasileña se convirtió en una adicta al quirófano. Esta es su historia.
En todo el mundo hay personas que manifiestan una admiración exagerada por ciertas celebridades. Algunas llegan a obsesionarse tanto que tienen como objetivo llegar a parecerse a ellas, se someten a una lista interminable de procedimientos quirúrgicos y estrictas rutinas de ejercicio que con el paso del tiempo las convierten en personas irreconocibles.
Una de las personalidades que más despierta este tipo de admiración es la influencer y socialité Kim Kardashian, una de las figuras públicas con más prestigio en el mundo y a la que muchas mujeres se quieren parecer, tanto en lo físico como en su estilo de vida.
Es por ello que no es extraño encontrarse en las redes sociales con personas que aseguren que se quieren parecer a esta norteamericana. Tal fue el caso de una modelo en Brasil que con tal de parecerse a Kardashian se sometió a 40 cirugías plásticas.
La joven de 29 años identificada como Jennifer Pamplona gastó más de 600 mil dólares para parecerse a la influenciadora norteamericana. Pero este proceso no se dio de un día para otro, fueron más de 17 años en los que la modelo se sometió a procedimientos quirúrgicos hasta quedar “igual a su ídolo”.
Pero como nada es eterno, ahora está arrepentida de las modificaciones que le hizo a su cuerpo para parecerse a Kim Kardashian. “Yo comencé mis cirugías plásticas cuando tenía 17 años, cuando me puse la primera silicona. Yo percibí que todo el mundo me estaba llamando Kardashian, los medios de comunicación comenzaron a llamarme Kim Kardashian. Ahí yo dije: ‘Bueno, quieren llamarme Kardashian ok, perfecto, es la manera de ser famosa’ y comencé a entrar dentro del personaje”, detalló la joven para el programa “Al rojo vivo”.
Después de tantas veces de haber ingresado al quirófano, quiere volver a hacerlo, pero esta vez para revertir todas las modificaciones que le hizo a su cuerpo y está dispuesta a pagar 120 mil dólares para volver a verse como antes. La joven ya no soporta los dolores por cuenta de los implantes y, por si fuera poco, fue diagnosticada con una enfermedad conocida como dismorfia corporal.
Al parecer, la brasileña padece de fuertes dolores por los implantes en su cuerpo y, además, habría sido diagnosticada con dismorfia corporal. La joven además hace una dura revelación y es que de tanto pasar por el quirófano se terminó volviendo adicta a las cirugías.