La influenciadora reveló detalles de su vida privada y no se calló ante las críticas.
Mari Manotas es una de las influenciadoras más reconocidas en el país. Aunque muchos la conocen por haber sido hasta hace poco la esposa del comediante Alejandro Riaño, lo cierto es que Manotas también se ha destacado por ser una empresaria de productos de belleza, arquitecta de profesión y madre de tres pequeños niños (Matilde, Antonio y Agustín).
Uno de los aspectos por los que la también creadora de contenido ha resaltado en las redes sociales es por su vida romántica tras su separación con Riaño y los detalles detrás de su ruptura:
“A veces uno quiere mantener las cosas por las razones incorrectas. Teníamos muchas diferencias que con el tiempo tomaron importancia en nuestra relación de pareja. Pero tenemos una buena relación y nos la llevamos bien. Es una persona muy importante y siempre estaremos en la vida del otro”, reveló María Alejandra meses después de conocerse de manera oficial sobre el divorcio.
En redes sociales nadie está exento de los comentarios negativos, mucho menos los miembros de la farándula nacional y Mari Manotas lo sabe. En entrevista para la emisora Los 40, la arquitecta reveló que muchos le han dicho no solo que es “mala madre” sino también que es una “mantenida” de su exesposo, Alejandro Riaño.
Pero así respondió la influenciadora: “Todos los hijuemadres días me levanto a trabajar(...). No me importa que me digan mantenida, no me importa que me digan mala mamá”, aseguró a la vez que sostenía el hecho de que ella mantiene económicamente su hogar y gran parte del cuidado de los niños, aunque Riaño también aporte.
Respecto a los nuevos amores luego dedecirse adiós con Alejandro, a la vida de Mari llegó un hombre que muchos dicen que incluo se parece en su aspecto físico a el exesposo de Manotas y comparten el mismo nombre:
“Yo a Alejandro no le presenté a mis hijos. Uno, por respeto a mis hijos, y dos porque realmente me moría de miedo de que conociera a mis hijos y de pronto se fuera a espantar. Obviamente, no sé, porque yo estaba feliz con él como teniendo mi vida en privado con él (...). Era una prueba de fuego. Además, pues él es el primer novio que tengo después de que me separo entonces para mí todo es nuevo, si ya hubiera pasado por esto mil veces, digamos sabría cómo manejar la situación”.