¿Todavía habla con ella? Lalinde dijo que la muerte de su madre ha sido “casi imposible” de asimilar.
Iván Lalinde es una de las figuras más representativas de la presentación en Colombia. Durante varios años el comunicador paisa ha estado al frente de algunos de los programas más importantes de la televisión colombiana como ‘La Voz’ y ‘Día a Día’, además muchos lo recuerdan por su carisma y personalidad demostrados en ‘El precio es correcto’.
Ahora Lalinde se ha asuentado de las pantallas pues el pasado 22 de diciembre el matutino del Canal Caracol anunció que el presentador no estaría pues su madre, Teresa Gallego, había fallecido y Lalinde iba a estar con su familia durante este duelo.
A menos de dos meses de esta lamentable noticia, Iván no interactúa de manera frecuente en sus redes sociales; de todos sus perfiles se le ha visto ausente. Pero hace poco salió a dar una curiosa confesión sobre cómo está sobrellevando la muerte de su madre.
En los últimos años Iván Lalinde ha tenido que afrontar la muerte de varios seres cercanos como su mejor amigo, su hermano, su padre y hace poco tuvo que lidiar con el fallecimiento de su madre, Teresa Gallego. Desde entonces, y en posición de duelo, a Lalinde no se le ha visto mucho en las redes sociales, pero hace poco publicó un video.
En él el presentador discute consigo mismo sobre cómo le ha puesto la cara a estas pérdidas profundas en su vida que dejan “un vacío” en su corazón, especialmente si se trata de su madre:
“¿Cómo llevar el duelo? Es una pregunta recurrente. El duelo, duele... ¡sí! ¿Pero la vida? La vida sigue!!!! VIVIR!!! es la forma de mantener ese vínculo con los seres que ya partieron, los que ya no tenemos al lado para abrazar, apechichar, besar, oler, oir, sentir”.
En su reflexión, Lalinde también aseguró que es importante notar las señales que dejan los seres queridos cuando mueren y es así que el presentador asegura que se comunica todavía con su madre, quien murió a los 92 años después de haber sufrido de alzheimer:
“Mi mamá me espera cada mañana para despedirme cuando voy para el trabajo, ella se hace en una curva abajo de mi casa y apenas me ve pasar, extiende sus alas para saludarme. A veces pasa que salgo y no la veo cuando paso por la curva. Entonces cuando regreso y me acuerdo, le pregunto: ‘Hey, mamá, ¿hoy por qué no estuviste ahí?’. Ella busca la oportunidad y pasa por la ventana o el jardín”, dijo Iván refiriéndose a una lechuza que permanece en su casa.