La famosa se siente muy preocupada por esta situación, pero no encontró mucho respaldo.
Alejandra Azcárate es una de las presentadoras y humoristas más mediáticas del país. Desde los inicios de su carrera en la televisión, en la radio y en las redes sociales Alejandra ha dado mucho de qué hablar por su personalidad y carisma, características con las que nunca ha temido decir lo que piensa.
Sin embargo, hace unos pocos años la vida de ‘la Azcárate’ cambiaría para siempre pues su nombre y el de su esposo, Miguel Jaramillo, se vieron envueltos, de manera errónea según se probaría más adelante, en una investigación por una avioneta que transportaba varios kilos de cocaína fuera de Colombia.
“Me dijo: ¿tú te acuerdas de la avioneta de Fernando Escobar, la que compró hace un tiempo? La incautaron hoy con media tonelada de cocaína. Fue cuando me dio la respuesta contundente que nos partió la vida en dos, me dijo: ¿tú te acuerdas de que yo vendí mis acciones de esa empresa el 21 de enero y cedí, por ende, la representación legal a Fernando? Las actas no están actualizadas a día de hoy y sigo figurando como representante legal. Me levanté de la silla y empecé a gritar, yo le daba puños a la pared curva de mi casa, y yo le decía a Miguel ‘nos van a acabar la vida, mañana estamos destruidos’”.
Esa fue la conversación que Alejandra asegura haber tenido con su esposo el día en el que se enteró de lo que había pasado, antes de la fuerte ola mediática en la que en redes no la bajaban de “narcotraficante”. Ahora la comediante ha asegurado que ha superado la situación, pero hizo una importante reflexión sobre otro tema de su vida.
En su cuenta oficial de Instagram donde tiene más de tres millones de seguidores, Alejandra Azcárate ha intentado volver a la normalidad y no solo se muestra feliz al lado de sus amigos y de su pareja sino que también cuenta con un monólogo con el que ha estado de gira por varios países de Europa.
Fue a traves de esta red social que Azcárate decidió poner en duscusión un tema que al parecer no la deja dormir pues lo mostró como algo “alterante y perturbador” y es sobre las arrugas en una parte específica del cuerpo:
“Hoy les quiero hablar de un tema muy preocupante que me tiene muy triste (...): el envejecimiento del cuello. Esto es gravísimo, demasiado severo, alterante, perturbador, porque saben qué hay en realidad para el envejecimiento del cuello: nada”.
Luego de esto, la famosa enfatizó que para muchos podría ser absurdo hablar del tema, pero quiso reflexionar sobre el envejecimiento en general: “Así de crudo es, la única opción es la reencarnación. Dicho esto, cabe la frase de ‘envejecer con dignidad’ con la cual no estoy del todo de acuerdo porque sería afirmar que envejecer es un proceso indigno y yo pienso todo lo contrario, creo que el tránsito por los años es un paso naturalmente digno”.