La influenciadora confesó cómo fue su primera experiencia laboral.
Aida Victoria Merlano se ha convertido en una de las colombianas más polémicas de las redes sociales. La influenciadora se ha dado a conocer gracias a la creación de contenido que realiza para sus perfiles en internet, como Instagram, Twitter y YouTube.
Sin embargo, muchos también concuerdan que además del talento de Aida Victoria para realizar videos entretenidos y contenido que ha enganchado a su audiencia, la barranquillera también ha adquirido fama y se dio a conocer en gran parte por lo mediática que ha sido su madre, la excongresista y prófuga de la justicia Aida Merlano.
Desde que Aida Victoria Merlano se convirtió en una de las influenciadoras más seguidas del país, ella se ha catalogado como una mujer independiente que ha conseguido lo que tiene por sus propios medios.
Sin embargo, muchos internautas la han criticado y aseguran que una de sus mayores fuentes de dinero ha sido su propia madre, Aida Merlano. Cabe recordar que en la actualidad, Aida Victoria es acusada de supuestamente lavado de dinero.
Antes de su polémica actual con la justicia, la barranquillera dijo haber estado como empleada en laguna ocasión y narró la experiencia de lo que fue su primer trabajo cuando quiso salir de su casa y valerse por sí misma.
“Hace tres años me iba de mi casa sin un solo peso porque había peleado con mi mamá. Estuve varios días preguntándome: ¿qué hago para hacer plata? Las respuestas llegaron cuando hice las preguntas correctas: ¿en qué soy buena?, ¿cuál es mi talento? y ¿cómo hago que eso me dé plata?”, empezó a narrar Aida Victoria.
Fue allí cuando confesó que empezó a vender aretes y accesorios de mujer: “Soy extrovertida, no me da pena nada, voy a vender cosas, pero ¿qué puedo vender? Me fui para el centro de la ciudad a conseguir cierta mercancía económica para luego venderla cara. Pero, entonces, cuando llegué al centro, me encontré con unos accesorios que ya había comprado en el Buena Vista a $ 85.000 y que al por mayor me salían a $ 18.000. Dije sí, ahí fue”.
Aida Victoria comenta que entre vender, aretes, collares y anillos su economía empezó a cambiar y criticó a quienes la llaman “niña rica”: “Toqué puertas por todos los edificios y le vendí accesorios a todos mis vecinos. Pero me di cuenta de algo y es que, cuando una persona te compra accesorios por fuera, te los compra para cierto evento”.