Carolina despierta la envidia de muchos durante estas vacaciones.
Carolina Soto es una de las presentadoras que más se ha ganado el cariño de los colombianos. En cada una de sus publicaciones de redes sociales es posible ver los comentarios de sus seguidores, quienes la admiran por su familia, su estilo y su trabajo.
Durante varios años Carolina ha estado presente en diversos formatos de la televisión y la radio en Colombia, pero en la actualidad la caleña disfruta compartiendo el set de grabación de ‘Día a día’ junto a sus compañeros Carolina Cruz, Iván Lalinde, Catalina Gómez y Juan Diego Vanegas.
Aunque Soto ha dicho en más de una ocasión cuánto disfruta de su trabajo, los días de descanso no sobran y la presentadora le sacó todo el provecho a sus momentos de vacaciones.
Por estos días, Carolina Soto no se cambia por nadie al lado de su esposo Germán González, y sus dos hijos, Violetta de cuatro años y Valentino de cinco años de edad. Los cuatro han pasado unos días “maravillosos” por Estados Unidos y en los diversos climas que ofrece el país por sus estaciones y extensión.
Durante las celebraciones del mes de diciembre, Soto y su familia quedaron encantados con la nieve, allí la presentadora aprendió a esquiar, pero semanas después buscaron el calor de las playas de la Florida. Cuando Carolina y su familia se disponían a arreglar maletas para devolverse a Colombia, les llegó un regalazo que no se esperaban.
“Necesito contarles el cuento de una vez y se los voy a resumir, sin tanto detalle, para entrar en materia con lo que es. Nosotros nos regresábamos para Bogotá el 7 de enero, pero todos los planes cambiaron y el 12 de diciembre me llegó un correo de Disney”, dijo la caleña en su cuenta oficial de Instagram, donde tiene más de tres millones de seguidores.
Luego, siguió narrando lo que es el sueño de muchas familias en el mundo: “Para mí fue una bendición grandísima, porque soñaba toda la familia, mis niños. Todos decíamos: ‘Algún día vamos a ir al crucero de Disney’ y era un plan que teníamos en familia. Y preciso llega ese correo caído del cielo…”.
Desde entonces Carolina ha dejado claro que quiere que todos sus fanáticos “la acompañen” en el viaje y no ha tenido ninguna censura en mostrar los rincones del exclusivo crucero.