La actriz celebró sus 12 años de amor destacando esos valores que los han mantenido unidos.
Carolina Ramírez es una de las actrices colombianas más recordadas por los televidentes debido a su extensa y exitosa trayectoria en la televisión como protagonista de famosas producciones como ‘La hija del mariachi’, ‘La Pola’ y ‘La reina del flow’, serie que arrasó en Netflix liderando el top diez de lo más visto en la platafomra de streaming durante varias semanas.
Una vez terminaron las grabaciones de la segunda temporada de este proyecto en el que le dio vida a la cantante Yeimy Montoya, demostrando sus habilidades no solo para la actuación, sino para el baile, la caleña se fue a vivir a Argentina, país natal de su esposo, el productor y empresario Mariano Bacaleinik, con quien celebró sus 12 años de amor el pasado domingo 4 de diciembre.
Según contó la famosa en entrevista para el programa de entretenimiento ‘La Red’, de Caracol Televisión, su plan de irse a vivir a ese país junto a su pareja era un acuerdo al que habían llegado desde que se casaron en el 2010, pero que se aplazó por las nuevas oportunidades que le salieron en Colombia.
La actriz contó al diario Infobae que su historia de amor comenzó por casualidad debido a que la primera vez que compartieron juntos fue en una discoteca. “Quien dice que no encuentra el marido en una discoteca es mentira. Me sacó a bailar y bailaba bien, por eso le di bola, si no hubiera bailado bien no”, dijo.
Emocionada por el tiempo que han logrado compartir su vida, Ramírez le dedicó un emotivo mensaje en esta fecha especial con el que destacó esos valores que los han mantenido unidos. “Quien dice que no encuentra el marido en una discoteca es mentira. Me sacó a bailar y bailaba bien, por eso le di bola, si no hubiera bailado bien no”, escribió en su cuenta de Instagram junto con una emotiva forografía en la que aparecen abrazados.
Entre las reacciones varios usuarios de la red social han recordado que el empresario es 14 años mayor que la actriz, pero al final muchos llegan a la conclusión de que es una clara muestra de que la edad no es ningún impedimento para encontrar al amor y disfrutarlo en todas sus etapas.