La joven tuvo que pagar la carrera a cuotas.
Bien dicen por ahí que cuando las personas se pasan con el consumo de alcohol cualquier cosa puede pasar. Un llamado que hacen constantemente las autoridades es el de beber con moderación, además, para evitar cualquier tipo de accidente es mejor entregar las llaves si uno sabe que durante la noche va a ingerir bebidas alcohólicas. Otra cosa de la que hay que estar pendiente es de las pertenencias y, sobre todo, al terminar la fiesta elegir un carro de confianza.
Muchas personas, por temas de seguridad, prefieren elegir un carro de aplicación en vez de hacerlo en la calle y más ahora cuando se han dado casos de usuarios que manifiestan haber sido víctimas de paseos millonarios. Pues hubo una joven que no fue víctima de este modalidad de robo sino que fue víctima de su propia borrachera.
Resulta que una joven llamada Helen Dryden, de 25 años, escribió en Uber una de las rutas que ella cogía antes. Esto se dio en Reino Unido. La chica se dirigía hasta una población llamada Guildford, pero terminó en Newcastle. La cosa hubiese pasado de forma diferente si ella no se hubiese quedado dormida mientras recorría cerca de 90 kilómetros.
Cuando la joven se despertó fue cuando se dio cuenta que había tomado una ruta equivocada y que le había tocado pagar cerca de 275 libas esterlinas, lo que en pesos colombianos equivale a cerca de un millón. “Estaba devastada cuando me desperté. Me siento realmente estúpida y completamente ridícula”, relató la joven para los medios locales.
La joven reconoció que toda esta situación se dio por haberse pasado de copas y así se lo expresó al medio de comunicación británico. A esto le añadió la frase de que “se supone que debo ser más responsable con el paso de los años, pero parece que esto no sucede”, dijo. La joven salió del bar a la 1 de la mañana y terminó llegando a su hogar a las 4. Lo peor es que la carrera la tuvo que pagar a cuotas porque no contaba con el saldo suficiente.
Por fortuna, logró saldar la deuda en menos de 15 días, pero ahora buscará ser un poco más responsable con sus actos. El único que salió ganando con toda esta confusión fue el conductor de Uber que transportó a la “irresponsable joven”. ¿Será que ya aprendió la lección?