La mujer se retiró de la televisión para cumplir su verdadero sueño.
El Chavo del 8 ha sido una de las series de comedia más exitosas y queridas de la televisión en diferentes partes del mundo, llegando a trascender de generación en generación entre grandes y chicos desde que se emitió por primera vez en febrero de 1973.
Este programa creado por el guionista y escritor mexicano Roberto Gómez Bolaños, le abrió la puerta a nuevos talentos para interpretar personajes que, sin importar cuántos años pasen, siguen en la memoria de millones de personas por sus ocurrencias y travesuras. Entre los más recordados se encuentran Don Ramón (Ramón Valdés); Doña Florinda y la Popis (Florinda Meza); Ñoño y el Señor Barriga (Édgar Vivar); la Chilindrina y Doña Nieves (María Antonieta de las Nieves); Quico (Claros Villagrán).
A la lista se suman el Profesor Jirafales (Rubén Aguirre), Doña Clotilde más conocida como la bruja del 71 (Angelines Fernández), Godinez (Horacio Gómez Bolaños), Jaimito el cartero (Raúl Padilla), Gloria (Olivia Leyva) y Patty, un personaje que interpretaron cuatro personas diferentes; Patty Juárez (quien le dio el nombre), Rosita Bouchot, Paty Strevel y Ana Lilia de la Macorra.
La última de ellas es la más recordada por los amantes de la producción porque fue la que más apareció enamorando al ‘Chavo’ y a Quico, sin embargo, lo que pocos saben es que no era actriz, sino que realmente se desempeñaba como asistente de televisión.
En 2017 contó durante una entrevista con Univisión que uno de los productores del programa la invitó a participar en el casting y pasó. “Llegaron a varias actrices, pero ninguna pasaba como niñas, entonces no sé si fue Enrique Segoviano, que era el productor del programa en ese entonces, o Chespirito quienes dijeron ¿y por qué no Ana?”, dijo.
A sus 21 años lo que empezó como algo temporal para grabar apenas tres episodios, terminó siendo más largo de lo que esperaba. “Me dijeron cómo tenía que hacerle y pues lo hice y yo les agradezco un montón a todos por la paciencia que me tuvieron, jamás tomé un curso de actuación y todos se morían de la risa si me equivocaba y me ayudaban en la toma dos o en la toma cincuenta”, agregó.
Luego del furor que causó la serie, Ana Lilia aceptó que la abrumó la fama y decidió alejarse de las pantallas para cumplir su verdadero sueño. “Me daba pena que me reconocieran, entraba corriendo a los restaurantes y me iba al fondo dándole la espalda a las personas porque me daba cosa”, comentó. Tras vivir esta experiencia viajó a Estados Unidos y estudió psicología. Actualmente tiene 65 años, hasta ahora se sabe que se casó y tuvo dos hijos; además, regresó a México.