Su asesinato a sangre fría dejó desconsolada a toda una familia y lo más triste, a un pequeño sin su madre.
El pasado domingo, sobre las 5 de la tarde, Christian Camilo Rincón Díaz terminó con la vida de su expareja sentimental, Érika Aponte Lugo.
Este feminicidio fue uno de muchos que ocurrieron en el Día de la Madre y es que en el lugar de los hechos, el centro comercial Unicentro, se encontraban cientos de personas que, además de correr peligro, quedaron traumados por lo sucedido.
De acuerdo con lo que se ha sabido hasta el momento, el hombre se habría acercado al establecimiento en el que ella laboraba como cajera y en medio de engaños le hizo pensar que la invitaría a un café.
Sin embargo, en medio de una discusión en el lugar, el hombre la acorraló en local en el que se tomarían la bebida caliente y aunque suplicó para que no la matara, el hombre no dudó en propinarle dos disparos con un arma de fuego que portaba con él.
A los minutos de haberla matado, el hombre se pegó un tiro que no acabó instantáneamente con su vida, pero después de haber sido trasladado a un centro médico perdió la vida en la madrugada del día siguiente.
“Yo estaba con mi familia celebrando el Día de la Madre, tomándonos un café en Juan Valdez después de almorzar, cuando de fondo se escucharon unos gritos de una señora. Ella gritó, pero no se le entendió, cuando vemos que ella viene corriendo y sale el señor detrás persiguiéndola con el arma. El señor estaba tomando café con ella y de un momento a otro la persiguió y le pegó dos disparos. Luego, él mismo se disparó. Pero antes yo había escuchado como dos o tres disparos más”, dijo una ciudadana que se encontraba en el lugar de los hechos.
Por otra parte, otro testigo de lo que sucedió, relató: “[Él] disparó dos veces, pero no logró alcanzarla. Ya cuando la mujer no tuvo hacia dónde más correr fue cuando le propinó los dos disparos por la espalda. Ella trató de huir, corrió y se metió al local de Juan Valdez, pero cuando al encontrarse con las sillas y las mesas, ella ya no pudo seguir huyendo y fue ahí cuando él le disparó. Fue un momento de pánico, algunas personas salieron a correr y otras nos metimos debajo de las mesas”.
En diálogo con Caracol Radio, Paulina, como se identificó otra testigo, expresó: “Fue un momento muy aterrador, muy impactante, sobre todo ver como el tipo se disparó. Se intentó disparar dos veces y el arma, pues no funcionaba, ya fue como el tercero que sonó el tiro. El señor se sabía que iba detrás de la muchacha porque la persiguió, mientras la iba persiguiendo, pegó como dos disparos y la acorraló, ya le llegaron ahí”.
Su muerte dejó un vacío por siempre, un vacío en su familia y mientras su hijo quedó en custodia de los abuelos paternos, su mamá solo pudo compartir unas cortas palabras: “Vuela alto mi amor. No puedo aceptar está cruel realidad”.
Por otra parte, en cuanto a la discusión que se ha establecido porque la mujer había pedido una medida de protección que para su familia no fue ejecutada de la mejor forma y que por eso el victimario la pudo asesinar, la Personería de Bogotá se pronunció al respecto expresando:
“Ninguna medida cautelar o provisional se activó. Se están lanzando la pelota de un lado al otro y la Secretaría dice que no tiene nada que ver porque el hecho sucedió en el norte de Bogotá”
Igualmente, en cuanto al pronunciamiento por parte de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, la mandataria expuso que la mujer vivía en Soacha y que no habría aceptado ir a una casa de seguridad que le habrían ofrecido en Bogotá.
Asimismo, la familia está consternada porque hasta el centro comercial en el que ella trabajaba estaban al tanto de la situación por la que estaba atravesando y aún así no le pusieron la atención necesaria.
Una tía de Érika confesó que la mujer anteriormente ya había advertido al centro comercial su situación y que les dijo que había muchas posibilidades de que sucediera algo así.
“¿Cómo Christian pudo entrar tantas veces al centro comercial después de que ella tenía medida de protección?”, fue la pregunta que más se hizo la familiar de la víctima.