Al actor no le tocó nada fácil antes de lograr la fama.
En la actualidad, Carlos Báez se ha convertido para muchos televidentes colombianos, según lo que consideran en las redes sociales, como una de las promesas para la televisión colombiana a futuro y en el presente Carlos también ha sabido cómo resaltar. Este famoso bogotano ha participado en importantes novelas como Enfermeras, El final de paraíso, La nieta elegida y ahora tiene matadas a muchas fanáticas en Ana de nadie.
En esta novela, remake de la famosa producción Señora Isabel, Báez le da vida a Pedro, el hijo del medio de Horacio Valenzuela, interpretado por Jorge Enrique Abello y Ana, la inigualable Paola Turbay.
A través de Instagram, el joven artista suele subir una que otra publicación de su participación en la telenovela. Entre las más recientes, se encuentra una escena que interpretó con Abello y recibió cientos de halagos de los internautas.
Pero antes de ser reconocido por su aspecto físico y talento actoral, Carlos no la tuvo tan fácil en la vida y fue así que se dedicó a realizar varios trabajos antes de alcanzar la fama. Muchos no sabían sobre esta curiosa etapa del actor, asediado por las colombianas en redes sociales y también en las calles del país.
En su cuenta oficial de Instagram, donde tiene más de 500 mil seguidores, Carlos Báez disfruta al mostrar todos los proyectos laborales en los que participa, incluso muchos recuerdan todavía su paso por el reality de cocina ‘MasterChef Celebrity Colombia’, en que llegó a ser uno de los tres finalistas por su talento como ‘chef’ y también por su carisma y empatía hacia sus compañeros.
Hace poco Báez decidió confesarse y fue así que reveló que el camino hacia el éxito ha sido lento. En primer lugar, este famoso dijo que cuando salió del colegio empezó a estudiar Derecho porque para él era una carrera que seguro le daría estabilidad laboral. Además, intentó ser futbolista, aunque tampoco lo llenó del todo: “Pero eran más las ganas que lo bueno que podía ser, además estaba gordito y me cansaba rápido”.
Para pagar su universidad, Carlos aprovechó su aspecto físico y estuvo en trabajaos varios como modelo de protocolo, de eventos y fotos publicitarias: “Me contrataban para distintas cosas y una vez una empresa necesitaba recolectar 1000 abrazos, entonces yo llamaba a la gente para abrazarla. Eso fue en un centro comercial… Terminaba uno trabajando en cosas que ni idea, pero lo hice. Fui chef, barman, en fin”.
Carlos fue poco a poco entrando al mundo artístico y lo hizo primero con la música: “Fue el primer contacto que tuve con lo artístico, la música, hoy en día sigue siendo muy importante para entrenar, para ensayar, para bailar, aunque no soy muy buen bailarín”. Cabe destacar que mientras todo esto sucedía, Báez estudiaba teatro.
Con el tiempo lo fueron llamando para pequeños proyectos y así llegó a ser quien es hoy en día, una profesión que no espera dejar nunca: “Creo que estoy muy joven para desechar mi plan A que es la actuación. Actuar eso es lo que me apasiona y a eso le dedico mi tiempo. No me veo haciendo otra cosa”.