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Las culturas antiguas sin duda conocían el poder de la menstruación, conocimiento que aún existe en algunas sociedades modernas. Sin embargo, los hombres de las primeras sociedades patriarcales empezaron a considerar éste poder como una amenaza para ellos, ya que las prácticas que las mujeres habían establecido para trabajar con las energías creativas innatas de éste proceso natural del organismo, se convirtieron en objeto de duras críticas y fueron llamadas brujas o hechiceras. De ésta manera, la menstruación pasó de ser considerada santa y sagrada a ser sucia y repugnante. Así pues, se fomenta la creencia de que la mujer durante esos días, era una “fuente de energía destructiva andante” porque se creía que tras su feminidad escondía un tremendo poder mágico.
Hoy en día se piensa en la menstruación como una desventaja biológica que transforma a la mujer en un ser emocional, irracional, inestable en el que no se puede confiar. Rara vez se habla sobre la regla a menos de que sea en términos médicos. A pesar de tratarse de un proceso natural, sigue creando barreras y hace que muchas mujeres vivan rechazándose a sí mismas y sintiéndose culpables por la depresión, por la irritabilidad y por la torpeza que sufren durante éstos días del mes. La realidad es que las mujeres debemos hacer un gran esfuerzo para que la sociedad acepte que nuestra menstruación nos hace experimentar un estado alterado de conciencia.
Si la mujer realmente toma conciencia de que su vida menstrual es un don, o la expresión de un ser de naturaleza cíclica conectado con los ciclos de la luna, comenzará a ver que forma parte de los grandes rítmos del universo, aceptará aún más su verdadera condición y conseguirá traer armonía a su vida.
Las mujeres debemos hacer conciencia de las fases que explicaré a continuación para aprender de ellas, y así podemos sacarle un gran provecho a las energías, ya que las podremos utilizar correctamente. Muchas mujeres se sienten en un carrusel de emociones y tratan de controlar éstas energías. A veces nos sentimos abrumadas, solas, tristes, o más sexuales, creativas, intuitivas, sociables entre otras sensaciones y ésto nos afecta inconscientemente a través de la luna y sus ciclos. Por eso es que debemos familiarizarnos con ellas para que fluyamos en los ciclos y así saquemos el mayor provecho de los momentos de intuición y creatividad para emprender un proyecto nuevo y utilizar las energías de introspección para sanarnos a nosotras mismas, entre otros dones.
Conociendo nuestro ciclo: En las leyendas y la mitología, las 4 fases que experimenta la mujer durante su ciclo menstrual (fase preovulatoria, ovulatoria, premenstrual y menstrual) se describen como un ritmo de cuatro etapas que refleja las fases de la luna (creciente, luna llena, menguante y luna nueva).
La luna creciente representa la fase que se extiende desde el fin del sangrado hasta el comienzo de la ovulación y se llama la fase de la virgen en la mujer. La luna llena representa el período mismo de la ovulación llamado mujer madre; la disminución de la luz en la fase menguante refleja a la mujer “hechicera” desde la ovulación hasta la menstruación y por ultimo la luna nueva representa la fase de la menstruación y se denomina mujeres brujas.
Las Energías según Miranda Gray en su libro ”Luna Roja”:
Las energías de la Mujer Virgen Son dinámicas y radiantes ya que es el momento en que cada mujer se libera de su ciclo procreativo y se centra solo en su propio ser: la mujer tiene confianza en si misma, es sociable, se siente capaz de afrontar todos los desafíos de la vida. Es firme, ambiciosa y tiene gran poder de concentración con lo que puede prosperar en su trabajo. Este es un momento perfecto para sacar nuevos proyectos. La sexualidad es fresca y renovada y se convierte en un período de diversión y júbilo para la mujer.
Las energías de la Mujer Madre Aparecen cerca del momento de la ovulación y también son radiantes aunque en una frecuencia diferente a la de la Virgen. Esta es una etapa en que la mujer empieza a prepararse para lo que significa la maternidad y en consecuencia pierde el interés por su propia persona. Así, sus deseos y necesidades se le hacen menos importantes, se vuelve protectora e irradia amor y armonía, en tanto que su sexualidad se manifiesta como una experiencia de amor profundo y deseo de compartir. Tiene la capacidad de asumir responsabilidades, de crear de forma productiva y de “alimentar” proyectos e ideas que ya existen. Sus energías son tan potentes que tal vez descubra que atrae a los demás como si fuera un imán y que muchas personas acuden a ella en busca de ayuda y apoyo.
Las energías de la Mujer Hechicera Surgen cuando el ovulo ya ha sido liberado pero no ha habido fertilización. La mujer comienza entonces a percibir el lado interno a su naturaleza, toma conciencia de los misterios de la misma. Su sexualidad se hace mas poderosa y se da cuenta de su propia magia y poder, así como del efecto que éstos atributos pueden tener sobre los hombres. Si sus energías se enardecen, se reflejara en una creatividad tremenda y desenfrenada. Luego a medida que se acerca la fase de la bruja, es posible que la mujer se vuelva intolerante ante lo mundano y disminuya su concentración, pero por otro lado crecerán su intuición y su capacidad para soñar.
Las energías de la Mujer Bruja Surgen durante la menstruación y hacen que la conciencia alcance un nivel aún más profundo que el que tenía durante la fase de la hechicera. Las energías se vuelven contenedoras e intuitivas y dejan de buscar la expresión externa, excepto durante la aparición ocasional de una visión extática. La mujer en ésta etapa experimenta una mayor interacción con sus sueños, se siente parte de la naturaleza y percibe intuitivamente su configuración esencial. La fase de la bruja es una etapa de introspección, el momento de alejarse de lo mundano, dormir, soñar y expresar magia con delicadeza. Es momento de solucionar los problemas y de aprender a aceptar el pasado y la incertidumbre del futuro, ahora le permite elevar su espiritualidad en vez de llevar sus energías hacia el mundo físico.
Te invito a que diariamente hagas el ejercicio planteado a continuación para que aprendas a conocer tu ciclo y tus diferentes fases energéticas y emocionales durante los meses: En un diario escribe diariamente la fecha, el día del ciclo en el que estas (el día que comienza el flujo menstrual sería el numero 1), anota la fase lunar ( la mayoría de periódicos te informan en que fase se encuentra la luna: luna llena, nueva, creciente o menguante), escribe tus sueños (si puedes recordar tus sueños, anota los datos básicos, el tema o cualquier imagen), toma nota también sobre tus sentimientos ( si en ese día te encuentras triste, creativa, sensual, sociable, retirada del mundo, intuitiva, en paz, entre otros sentimientos). Por último, apunta tu salud ( si sufres cualquier dolor o molestia menstrual, antojos, estrés, etc.). Si escribes sobre estos 6 apartados diariamente en un diario, al tercer mes tendrás una visión de cómo influye la luna y tus estados emocionales en tu día a día y podrás sacarle mucho provecho a tu autoconocimiento, tu trabajo, tus relaciones, en fin, podrás disfrutar y armonizar tu día a día , desarrollar tu intuición y conectarte con tu esencia femenina! Si quieres profundizar más en el tema, te recomiendo que leas el libro “Luna Roja” de Miranda Gray.