Tras el matrimonio, a varias mujeres les surge la duda de qué hacer con sus vestidos de novia. Algunas los guardan, otras los regalan, otras los venden... y otras los destrozan.
Esa es la idea de Trash the Dress, una tendencia en fotografía de novias que busca captar a la novia y/o a la pareja en situaciones extremas en las que no importa que el vestuario se ensucie o se dañe.
En un día tan especial en el que se supone que todo debe estar impecable, hacer algo como romper, ensuciar o pintar el vestido genera un contraste muy interesante y divertido. (Lea también: ¿Qué hacer con tu vestido de novia?')
Algunos creen que la tendencia arrancó a comienzos de los 2000s, cuando varios fotógrafos quisieron experimentar con entornos diferentes dentro del esquema de fotos de bodas, aunque la idea se ha venido viralizando en los últimos meses, gracias a las redes sociales.
Un caso famoso de Trash The Dress fue el de Shelby Swink, una novia que fue abandonada en el altar y decidió hacer una guerra de pintura con sus invitados. Las fotos se hicieron virales.
Más allá de las fotos, destrozar el vestido también tiene una connotación catártica, pues le permite a las novias liberarse del estrés acumulado de varios meses de planear un matrimonio. ¿Lo harías?