El diseñador norteamericano Alexander Wang confirmó en su segunda colección para la legendaria casa Balenciaga, que tradicionalmente apuesta a la moda creativa, un enfoque contemporáneo probablemente más redituable en las tiendas.
El niño mimado de las pasarelas de Nueva York, que ya presentó su propia colección en esa ciudad, regresó a la Semana de la moda de París con su propuesta primavera-verano 2014 que confirmó el rumbo de la temporada anterior.
En la colección de Wang, los códigos de Balenciaga son claramente visibles: caderas redondas de ancho exagerado, hombros caídos o incluso desnudos, en modelos de escote palabra de honor cuya línea prolongan las mangas hacia abajo.
La colección refleja el esfuerzo del nuevo director artístico de 29 años, nacido en San Francisco de padres taiwaneses, por compenetrarse con el legado del refinadísimo diseñador vasco, monstruo sagrado de la historia de la moda, que abió su taller parisino en 1937 y alcanzó la fama en los años 50.
"Quería empezar con el archivo, con el homenaje, por supuesto rendirle tributo, pero además aprovechar esta temporada para comenzar a imprimir alguna huella" propia, explicó Wang a la AFP tras el desfile.
Y de hecho la colección es las dos cosas, códigos Balenciaga y sencillez del estilo "contemporáneo", del que Wang es uno de los principales exponentes, con cortes impecables y precios competitivos que hacen las delicias de las neoyorquinas...y las vendedoras.
El hiperactivo Wang, que vive y trabaja entre Nueva York y París, donde pasa más de una semana por mes, trajo a Balenciaga ligereza, une energía jóven y toques del "sportswear", con shorts boxeador o faldas cortas tipo tenis.
Todo eso dialoga con elementos preservados de la herencia sofisticada, como elegantes damascos y organzas transparentes. Colores claros y tonos pastel, todo relativamente fácil de llevar.
Su estilo es tal vez menos arriesgado que el de su predecesor Nicolas Ghesquiere, pero es comprensible que en una casa que vistió a Greta Garbo y Marlene Dietrich, Wang avance con prudencia.
El desfile fue presentado en el Observatorio astronómico de París, un edificio del siglo XVIII. Asistieron en primera fila el presidente del grupo de lujo Kering (ex-PPR), François-Henri Pinault, dueño de la marca Balenciaga, y su esposa la actriz mexicana Salma Hayek.
"Tal como lo demostró en su primera colección, reinterpreta magníficamente la marca. Los primeros looks son muy Balenciaga, revistado por Wank", comentó Pinault.
En el marco oficial de la semana de la moda desfilarán también este jueves las colecciones de Nina Ricci, Balmain, Lanvin y al margen del evento la marca de otro vasco consagrado, Paco Rabanne, que estrena un nuevo diseñador, el francés Julien Dossena. AFP