Con más de 1.80 metros de estatura, orejas puntiagudas y unos ojos prominentes de color azul, Bair, quien cargó durante su época escolar con los apodos de “cara de rata” y “alien”, fue fichada por un representante de la agencia de modelaje The Society Management, en 2014.
A partir de ese momento, las propuestas de trabajo no se hicieron esperar. Y fue la Semana de la Moda de Nueva York, una de las plataformas de moda más importantes del mundo, en la que debutó para la firma Proenza Schouler.
Karl Lagerfeld, el director creativo de Chanel, también puso su mirada en ella. Tanto, que fue elegida para cerrar el desfile de la Semana de la Moda de París, en su edición 2014, vistiendo un traje de novia de alta costura.
Otras maisons como Gucci, Marc Jacobs y Prada, así como reconocidas publicaciones de moda (entre las que se encuentra Vogue Italia) han sido testigos de su inminente éxito.
Pero, así como su crecimiento profesional, para Bair es importante continuar con su vida de adolescente; que comparte día a día con sus más de 24 mil seguidores en Instagram.
En tan solo un año de carrera, ya ha sido comparada con la top Cara Delevingne, no solo por sus exóticas facciones; también por su descomplicada e irreverente personalidad. Una más que se une al tan anhelado club de las modelos raras, que años atrás parecía un imposible.
"La gente tiene que abrazar su singularidad. Tenemos que dejar de pensar que tenemos que tener la piel y las pestañas perfectas. Ser confiado y feliz es genial”, dijo a Teen Vogue.