Les presentamos «looks» inolvidables que han pasado por la alfombra roja y que han dejado un claro mensaje al mundo.
Cada año la MET Gala es uno de los eventos más hablados dentro de la industria del entretenimiento, esta siempre se realiza en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York bajo el liderazgo de Anna Wintour, quien tomó el mando de la fiesta y ahora es uno de los eventos más importantes a nivel mundial.
Esta alfombra roja es el lugar donde se reúnen algunas de las más grandes celebridades del mundo, porque lo que hace de la MET Gala algo tan importante para esta industria, es la particular selección de temáticas que se hacen cada año.
Pero este evento no se trata sólo de lucir sus looks, más allá de eso, hay quienes políticamente se han dado cuenta de que la noche puede ser el espacio perfecto para difundir sus principios e ideas, sobre todo, a través de sus estilismos. Y es que en política, desde reyes y emperadores hasta presidentes y caudillos, han mostrado que el vestido dice más que las palabras.
“La moda es intrínsecamente política desde el comienzo de los tiempos y en una sociedad como la estadounidense es reflejo de sus cambios sociales y de políticas de estado. Es por eso que vimos el año pasado a la congresista Carolyn Malone vestir de los colores de las sufragistas (aunque luego se reveló que usó el hijab para su discurso antimusulmán en tiempos del 9-11) y también a Alexandra Ocasio-Cortez con un mensaje contundente: Tax the Rich (Impuesto a los Ricos)”, asegura a Fucsia la experta en moda, Luz Lancheros.
De acuerdo con la experta en comunicación política, Patrycia Centeno, en su libro Política y moda (2012) los grandes escándalos de estilo de los representantes políticos “no ocurren por utilizar una camisa u otra, sino porque la camisa no pega con el cargo”. Es decir, lo verdaderamente importante es el cómo, el cuándo y hasta el por qué.
“También, aunque no llevase un mensaje literal, el campeón de la F1, Lewis Hamilton, compró una mesa para visibilizar a diseñadores negros emergentes. Así, con él se vio la persona y el trabajo de Kenneth Nicholson, Law Roach, Edvin Thompson de Theophilio y Jason Rembert, de Aliette, mostrando que el Black Lives Matter no es un gesto de marketing, sino una realidad cuando alguien tiene el poder económico, social y político para dar acciones de equidad y visibilización en una industria por décadas bastante discriminatoria (como lo fue con André León Talley, el gran editor que era el alma de la gala)”, agrega Lancheros.
Acá repasamos algunos de los looks de celebridades que han llevado mensajes políticos con sus atuendos a esta gala:
Lena Waithe
En el año 2018, la cineasta desafió el protocolo luciendo una capa de Carolina Herrera con los colores del arco iris en honor a la bandera del Orgullo.
“Estoy representando a mi comunidad, y quiero que todo el mundo sepa que puedes ser como seas y estar completamente orgullosa”, declaró esa noche para Vogue en la alfombra roja.
Esa no fue la única vez que lo hizo, pues se puso de acuerdo con Kerby Jean-Raymond, de Pyer Moss y lucieron trajes de raya diplomática a juego bordados con eslóganes: Jean Raymond protestaba contra el aburguesamiento, animando a las comunidades negras a “juntar dinero”; por su parte, Waithe resaltaba que “las drag queens negras inventaron el camp”.
Carolyn B. Maloney
La congresista llevó una chaqueta a la gala de 2019 en honor a un proyecto de ley que rendía homenaje al movimiento sufragista femenino.
Alexandria Ocasio-Cortez
Su vestido blanco el año pasado dio mucho de qué hablar. De la marca progresista Brother Vellies, de Aurora James –autora intelectual del 15 Percent Pledge, que ha conseguido que varias grandes minoristas se comprometan a dedicar un determinado porcentaje de su espacio a las marcas regentadas por personas negras–, Casio-Cortez generó polémica al afirmar, simplemente, que “hay que cobrar impuestos a los ricos”.
Ahora bien, en esta edición se esperan más mensajes que sean disruptivos, aunque en una época de literalidad podríamos ver más cosas como las que hizo Ocasio-Cortez el año pasado. Y en un momento en donde el concepto de “lujo” se ha transformado enormemente desde la época que se piensa recrear en el dresscode (La edad dorada, la época del tardío siglo XIX y comienzos del siglo XX donde Nueva York se estableció como símbolo del capitalismo por los códigos de ostentación de sus millonarios de fama mundial), habrá que ver si hay ribetes y armazones o interpretaciones políticas más interesantes.