La diseñadora, cuya trayectoria da cuenta de la evolución de su marca, presentó Paloemango, inspirada en las raíces de la tierra vallenata de su madre, Valledupar.
Graduada de Parsons Paris School of Design, una combinación clave entre una educación americana en un ambiente europeo, la colombiana Carolina Estefan resalta por sus diseños elegantes con aspectos eclécticos y el arte aplicado a través de estampados.
El concepto de la última colección está basado en una historia personal con su hijo, en mostrar sus raíces a la siguiente generación. Se trata de la evolución de una identidad, y el pasar de la fruta mango, a la geometría del diseño moderno, sin perder el equilibrio ni su originalidad.
Colección: Paloemango
Inspirada en las raíces de la tierra Vallenata de su madre, la colección Paloemango viene a reflejar la riqueza que existe en esta pequeña ciudad inundada de mangos por todas partes.
En su último viaje, Carolina llevó a su hijo a conocer Valledupar, y en el momento en el que le dio la ‘pepa de mango’ caída de ese árbol grandioso, él alucinaba con emoción y ricura y en ese momento pensó: ¡aquí fue!
Con ganas de hacerle un honor a esa región, hace tiempo la diseñadora encontró su camino para esta propuesta de una manera divertida a través de prendas llenas de color y estampados únicos.
Con formas inspiradas en las hojas de mango y otros aspectos simbólicos del Valle, como el río La Mina, la comunidad indígena de los arhuacos, el acordeón, y la vista a la Sierra Nevada de Santa Marta, las ilustraciones en las prendas se destacan por su exclusividad.
Los tonos desde el beige y blanco hasta el fucsia, morado y naranja, expresan el ADN Tropical chic de la marca que predomina en esta nueva propuesta para el 2022.
La paleta de colores como mencionó ahí empieza desde el beige, colores neutros como el beige con negro, el blanco con negro, una base. Y pasa a los colores vivos que siempre manejamos como parte de nuestro ADN tropical chic, que en este caso son el fucsia, el naranja y el morado.
“La intervención en las telas siempre la manejamos porque parte de lo que nos caracteriza es los estampados ilustrados y diseñadas por mí. Primero es un proceso artístico, lo saco como si fuera un cuadro y después lo pasamos a digital y se transforman en estampados donde siempre tratamos de dejarlo de una forma muy orgánica y un poco abstracta” aseguró a Fucsia la diseñadora.
Además agregó que los diseños quieren reflejarse en telas muy livianas, “normalmente manejamos satines, chifones, y telas que tengan bastante movimiento el volumen al caminar. Esa es más o menos la intervención que siempre hacemos con los estampados, entonces son únicos en la marca”, agregó.
La Bogotá Fasion Week vuelve a la presencialidad. El glamuroso evento se llevará a cabo en Ágora Bogotá Centro de Convenciones, un especio en el que las marcas y diseñadores se reunirán en la capital para unos días llenos de moda y colecciones.
De acuerdo con María Paz Gaviria, Gerente de Plataformas de la Cámara de Comercio de Bogotá, entienda encargada de organizar el evento, este busca posicionar a Bogotá como una capital de la moda. “Congrega múltiples actores nacionales e internacionales con el fin de impulsar el talento creativo de las pequeñas y medianas empresas de diseño, fortalecer sus negocios y ampliar su mercado”.
En la Bogotá Fashion Week habrá aproximadamente 160 marcas en los tres días del evento. Los diseñadores, emprendedores, empresarios dividido en joyas, accesorios, ropa, zapatos, bolsos, ropa interior y compradores tanto naciones como internaciones harán parte del mismo.
Dentro de los diseñadores invitados que estarán en dicho evento están: Adriana Santa Cruz, Dauntless, Pepa Pombo, A New Cross, Alado, Polite, Beatriz Camacho, Leal Daccarett, Clarissa Rosania, Daniella Battle, Manuela Triana y Whitman, entre otros.
En esta versión se busca promover el concepto de sostenibilidad, aplicando los Objetivos de Desarrollo Sostenible planteados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En estos se contemplan factores como el cuidado del medio ambiente, la reducción de las brechas de desigualdad, el consumo y la producción responsable, entre otros.