La prenda forma parte de la colección ‘Resort 2024′ de la reconocida marca española.
Una vez más, cuando muchos creían que Balenciaga no podría sorprender más este año después de desatar polémica tras lanzar un bolso de lujo con forma de paquete de papas, así como otro accesorio similar con aspecto de bolsa de basura, o unos tenis casi destruidos que cuestan un dineral, recientemente la reconocida marca española volvió a hacer de las suyas, convirtiéndose en centro de atención en las plataformas digitales luego de presentar básicamente una toalla de ducha hecha falda.
En esta ocasión, la firma conocida por diseñar piezas con las que da mucho de qué hablar porque se ha especializado en transformar objetos cotidianos en piezas de lujo, sorprendió a los amantes de la moda con una nueva propuesta de faldas que se está apoderando de las redes sociales, como es usual, dividiendo opiniones entre los internautas que, atónitos, observan sus prendas sin ocultar su asombro por sus precios.
Y es que parece que la marca anhela ese momento en el que es tema de conversación en internet por sus peculiares diseños de prendas que cuestan ‘un ojo de la cara’ y por eso ahora, optó por estar en la boca de todos con una de sus más excéntricas prendas que, en esta oportunidad, combina lo que es un elemento indispensable para las personas cuando salen de la ducha y una pieza que no puede faltar en un clóset.
De esta manera, Balenciaga da una nueva muestra de su creatividad, lanzando al mercado una falda única en su estilo, que emula la apariencia de una toalla de baño, pero que, a diferencia de una toalla convencional amarrada a la cintura, cuenta con un cierre de dos botones y un cinturón ajustable, detalles que le dan ese toque de sofisticación que destaca todas las piezas de la firma, ahora con una apariencia mucho más casual.
Esta controvertida prenda forma parte de la colección ‘Resort 2024′ de la reconocida marca española y cuesta nada más y nada menos que 925 dólares, lo que equivale a unos 3.728.443 pesos colombianos actualmente.
Por otro lado, en su página oficial se puede leer que es una pieza con un diseño unisex, inspirada en la experiencia post-ducha, y confeccionada con una toalla de algodón de color beige. Además, sugiere que lo ideal sería portar la falda desde el ombligo hasta la rodilla.
Si bien es cierto que esta falda de Balenciaga ha generado controversia en redes, es importante mencionar que la marca no ha sido la única en usar la forma y apariencia de una toalla de baño como falda para sorprender en desfiles. De hecho, es una estrategia a la que han acudido previamente otras firmas como Prada y Ludovic de Saint Sernin, que incorporaron un diseño similar en sus colecciones de 2020.