El monteriano de 22 años está a la espera de recibir una invitación a una de las más prestigiosas galas de la industria.
Desde antes de vestir de Gucci o Valentino, Manuel Turizo tenía claro lo que quería hacer en esta vida… triunfar en la música, pero también irrumpir en otros escenarios. Este joven monteriano ha logrado consolidarse en uno de los mercados más competitivos a sus 22 años, pero sus ganas de crecer siguen yendo más allá y cada vez trabaja más fuerte para conquistar nuevos públicos.
Es un enamorado del arte en todas sus expresiones, a pesar de estar mucho más enfocado en la música. No mira en una sola dirección, apunta a varias, pues sabe que el éxito está en las diferentes posibilidades que tiene el ser humano para desarrollar y explotar su talento. Hoy muchos jóvenes de su edad lo ven y quieren ser como él, a pesar de que dice que todavía le falta mucho camino por recorrer para convertirse en un ícono.
Tiene una estrecha relación con la moda. Reconoce que le gustan mucho los conceptos que se manejaron a principio de milenio, por allá en el 2000, año en el que él apenas estaba viendo la luz del mundo. Este centennial es la viva muestra de que mezclar el talento con el trabajo duro puede dar grandes resultados.
Más de una queda encantada con la sonrisa y el rostro de Manuel Turizo. Lo consideran un hombre encantador. Su voz grave, su corpulencia y su mentalidad parecieran no ir acordes con ese joven de 22 años que diera la impresión de que apenas se está abriendo al mundo.
Da la sensación de que su estilo hubiese venido sellado con él desde el día en el que nació. Es un amante del urban style y es un fanático de las tendencias de principio de siglo. Él creció viendo a Justin Timberlake, 50 Cent y otros artistas norteamericanos que le marcaron una pauta.
Los observaba en la televisión, pero más que querer imitarlos quería llegar a ser tan grande como ellos. Se descrestó con la estética del oversize y con los zapatos grandes que usaban los intérpretes de rap. “Cuando de por sí tienes una personalidad creativa todo lo que es expresión en todos los sentidos, incluyendo en la ropa, van a influir en ti”, dice.
Y es que Manuel Turizo también defiende ese postulado que afirma que la moda es una forma poderosa de expresión para cualquier ámbito, no en vano varios artistas internacionales se han valido de sus prendas para enviar mensajes que van desde los contextos políticos hasta llamados a los líderes mundiales para tomar acciones en pro del medioambiente.
Bajo esa línea de la estética, dice admirar mucho la afroamericana del 2000. “Eso me influenció demasiado, mira por ejemplo como estoy vestido ahora con zapatos grandes, pantalones grandes, me encanta el oversize”.
Haciendo uso del buen humor que lo caracteriza, dice que antes no llevaba este estilo por la sencilla razón de que no conseguía sus prendas favoritas en Colombia y tampoco tenía los recursos para hacerlo. “A medida que me pude permitir comprar las cosas, lo hice”.
“Al principio siempre traté de buscar mi estilo dentro de las cosas que me gustaban y buscaba la manera de expresar mi identidad, no solamente hablando de la música, sino al hablar, vestirme en mis videos”. Él es claro en que todo comunica, por eso es tan cuidadoso en cada detalle de su atuendo y de sus videos.
Muchos no lo sabían, pero cuando lanzó su sencillo titulado “Dopamina”, presentó una colección de prendas que reciben el mismo nombre. Las ventas con esa cápsula fueron exitosas. “Quiero que en el mundo de la moda, sin que la prenda tenga mi nombre, la gente quiera mis piezas y después se enteren que son mías”.
Dice que está loco por recibir una de las invitaciones más codiciadas del mundo, la de Ana Wintour para la MET Gala, y es que la idea de sentarse con una de las instituciones de esta industria le hace sentir, con solo pensarlo, mariposas en el estómago. También estuvo tentado por ir a la Semana de la Alta Costura de París, pero por encontrarse en la promoción de su más reciente sencillo, “La Bachata”, no pudo asistir.