Este accesorio que antes hacia parte de la informalidad es ahora el centro de atención del lujo colombiano.
La mochila se ha convertido en una pieza icónica de la artesanía colombiana. Este accesorio, junto con el sombrero vueltiao, es utilizado con frecuencia tanto por jóvenes y adultos como una forma de expresar las tradiciones indígenas y más representativas del país. Además de esto, dicha ‘cartera’ puede ser la representación de varias etnias indígenas colombianas y con ellas también costumbres, creencias y tradiciones, como un símbolo en cada una las comunidades, según un informe de Artesanías de Colombia.
Las mochilas más reconocidas en Colombia son las de la etnia Arhuaca, la etnia Kankuama y la etnia Wayuu. Cada una de ellas son tejidas con distintas técnicas, materiales y diseños que las convierten en piezas únicas, difíciles de diferenciar a la hora de reconocer la procedencia de cada una de ellas y apreciadas en gran medida por el turista.
Durante décadas pudimos ver cómo estos bolsos eran utilizados para lograr un outfit más casual, pero en los últimos años las técnicas, los materiales y los procesos de producción han alcanzado un nivel tal de sofisticación que son ahora las mochilas los accesorios por excelencia de eventos formales en Colombia.
Con pedrería, perlas y brillantes de swarovsky, en la Bogota Fashion Week 2023 se impone un accesorio tradicional colombiano, pero en medio de las vicisitudes de la contemporaneidad y el lujo: la mochila. Una de las firmas que están en este evento local de moda es IA Bags. Con bolsos cuyo valor puede ir desde el millón hasta los casi tres millones de pesos colombianos, Silvia Araos, directora creativa de la marca, explicó para Fucsia el aparente valor agregado de sus diseños:
“Trabajamos con la comunidad indígena kankuama que trabaja 100 % fique y lana. Nuestras carteras arrancan su proceso de producción con la mochila básica en fique que nos dan los artesanos kankuamos y nosotros empezamos el proceso de elaboración e identidad de la marca. Hay algunas carteras que tienen plumas, piedra, perlas”.
Además, Araos comenta los detalles detrás de la nueva tendencia de mochilas de lujo: “Hacemos el proceso de bordado a mano durante muchísimas horas y muchísimos días. A veces nos tomamos más de tres semanas con mochilas que no tienen más de 20 cm de alto, pero cuentan con más de tres mil piedras (...). ¿Por qué me iría con una cartera de fiesta a una gala de una marca reconocida a nivel internacional si puedo ir con un productor local para hacerlo ver incluso mejor? El lujo colombiano está ahora en resaltar nuestra identidad”.
Otra marca que tiene en sus diseños la tendencia de llevar la artesanía colombiana de las mochilas al lujo de la formalidad es Verdi. Laura Franco, directora de marketing de la firma, asegura que el mercado nacional e internacional busca impregnarse de las artesanías como un nuevo estilo de exclusividad en la moda:
“Nuestras mochilas son 100 % tejidas a mano por artesanas de todas las regiones del Colombia, quienes se demoran entre 15 a 17 días de producción en todo su tejido a mano con una sola pieza. Luego, la confección con hilos de brillantes es de una semana en nuestro taller en el que verificamos los altos estándares de calidad que manejamos para enviar al cliente dentro de cuatro a cinco semanas. Si no está perfecto el producto, lo repetimos. Nos gusta apuntarle a un público fascinado por el arte y el lujo. Conservamos la tradición del tejido, pero en piezas que ya no son necesariamente para el día a día”, explicó Franco sobre mochilas que pueden ir hasta los cuatro millones de pesos colombianos.
Like a bird es una marca que asegura impregnarle estilo, color y lujo a sus creaciones: “Ofrecemos a mujeres auténticas piezas con personalidad, las cuales son únicas y hechas a mano en Colombia, las cuales abrazan la tradición, pero también la sofisticación y añaden un toque vibrante a su estilo”.
La producción sostenible la han tenido como uno de sus pilares, pero la exclusividad, aseguran, también hace parte de su esencia en piezas creadas por etnias colombianas, pero con apliques y detalles que algunas de las figuras públicas más importantes del mundo han utilizado.
VERDI es un estudio textil colombiano que reinterpreta tradiciones para crear inusuales piezas de interiorismo, moda y arte. VERDI comenzó en las montañas de Curití, Santander, con Carlos Vera Dieppa, un pionero en textiles latinoamericanos, quien desarrolló una técnica única en su clase y, entrelazando hilos de cobre con fibras de fique, creó el primer tipo de tapete “VERDI”. Carlos falleció en el 2010 y en honor a él, sus hijos Tomás y Cristina recuperaron su técnica y construyeron una marca que hoy habla de Colombia desde su esencia y diseña a partir de un legado; la llamaron VERDI en honor a los apellidos de su padre: VERa DIeppa.