“Que todo lo que está relacionado con la vida futura está acompañado de algo de máxima belleza”, anunció el director creativo de la firma, Alessandro Michele.
Continuando con la tendencia de esta temporada de presentar las pasarelas en Francia (tal y como lo hicieron Dior y Louis Vuitton esta semana), Gucci se dirigió a Arles -conocida por inspirar las pinturas de Van Gogh- en la región sureña de Provenza, para su colección crucero 2019.
Con otro escenario poco convencional, la pasarela de la casa de moda italiana tuvo lugar en Los Alyscamps de Arles, un antiguo cementerio romano iluminado por candelabros y fuego real bordeando el pasillo por donde desfilaban las modelos, un escenario ideal para una colección en la que el director creativo Alessandro Michele estaba "fascinado con la idea de la muerte" y donde el principal leitmotiv fue la belleza intrincada ligada a la muerte.
Allí, en un ambiente dominado por la espiritualidad y las creencias, Michele ha mostrado al mundo su colección crucero. Una propuesta repleta de estampados, siluetas fluidas, diseños llegados de otras épocas y looks que van a conquistar las cuentas de Instagram más exquisitas.
Foto vía Getty
La colección, compuesta por 114 looks asombrosos, incluía una gama de piezas insignia de la firma, como una capa de terciopelo adornada, medias de encaje neón, detalles góticos y estampados en abundancia. El cierre estuvo a cargo de una novia luciendo un vestido victoriano blanco de cuello alto y una cruz gótica, que se acercó peligrosamente al fuego que bordeaba la pasarela mientras cargaba un ramo de peonías rosadas, un contraste espectacular con el escenario y la “viuda”, un look llamado así por la propia marca.
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Estos fueron algunos de los afortunados asistentes que pudieron ser testigos del cosmos Gucci inmortal:
Elton John
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Salma Hayek
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Petra Collins, ASAP Rocky and James Righton
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Saoirse Ronan
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El resultado fue el de una pasarela inquietantemente embrujada, con un cementerio prendido en llamas como telón de fondo perfecto para una propuesta donde los excesos y los estilismos imposibles de carácter vintage fueron los protagonistas, llena de crucifijos y vestidos victorianos, completamente Guccificada.
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