Hablamos con las mujeres a cargo del vestido más impactante del último desfile de Juan Pablo Socarrás sobre el proceso de elaboración de la prenda y esto fue lo que nos dijeron...
Para la noche del lunes 25 de julio del 2022 en la capilla del ITM Campus Fraternidad del barrio Boston, en el centro de Medellín, la joven Nazarit Machín de 17 años, quien se convirtió en la primera modelo colombiana en debutar para Louis Vuitton y es la primera colombiana con exclusividad de la Maison francesa, desfiló la prenda inaugural de la colección “A-Mar” del diseñador, Juan Pablo Socarrás, para la edición de este 2022 en Colombiamoda.
La modelo lució una capota, un top y una falda completamente estilizadas, hechos con anillos reciclados e hilo terlenka en tono dorado pintado en aerosol. El atuendo impactó al público asistente. Según nos reveló el diseñador, durante el evento, los espectadores le preguntaban “—¿pero y dónde está el reciclaje?, ¿dónde está la basura?, ¿dónde están los desechos?—, me decían respecto al primer vestido de la colección que era una armadura dorada hecha totalmente en anillos de lata de Coca-Cola. La razón de que no vieran el reciclaje es porque buscamos ser detallistas con cada cosa”, señaló Juan Pablo sobre su experiencia.
El diseñador y su equipo identificaron el trabajo de Andrea García y Dyna Sarmiento, dos bogotanas que tenían la ilusión de apoyar un grupo de madres cabeza de familia en situaciones vulnerables. Su propuesta para el 2010 nació porque querían enseñar y comercializar productos tejidos con Pop-Tabs (anillos de latas) y forjar la Fundación Manos Amorosas.
“Vamos a cumplir 15 años, empezamos en la localidad de Los Mártires con un grupo de mujeres. Mi interés era apoyarlas para dignificar a la mujer. Muchas de ellas sabían hacer cosas hermosas y útiles pero no sabían como venderlas, por ejemplo, entonces pensamos en la fundación para cerrar ese “círculo”, quisimos enseñarles para avanzar juntas y desde entonces, empezamos a participar en ferias y nuestro producto despegó”, explicó Dyna en su casa taller, rodeada de bolsos, chalecos, tops y productos hechos por mujeres con materia prima reciclable.
El proceso para alistar el material lleva mucho trabajo, según la fundadora reciclar es un proceso muy difícil y aunque ha conseguido colaboradores muchas veces debe comprarlo. Su materia prima principal son las latas de aluminio de bebidas enlatadas recicladas, que bajo una cuidadosa selección, preparación, desinfección y lavado, son recuperadas para ser tejidas a mano por mujeres.
“Nuestras artesanas son las expertas, ellas son ‘las magas’, ‘las creadoras’, ‘las que dominan el arte’. Todos estos años hemos podido corregir muchas cosas y crear cosas diferentes. Las personas creen que esto pica o que es duro o rígido, pero se logra preparando muy bien el material. Yo misma me quedo con la boca abierta de todo lo que hemos logrado”, manifestó muy emotiva la bogotana.
En la casa taller también se encontraba Luz Dary Rodríguez de 44 años, una tejedora que lleva 15 años en la fundación que vive con su esposo y dos hijos en Cajicá. Luz tenía un vestido floral de su autoría, joyas al estilo Pop-Tab y un cabello blanco alucinante.
“Soy una mujer muy inquieta, así descubrí a la Fundación, me enamoré de lo que hacían y desde entonces tejó aquí. He conocido muchas personas, he explotado mi talento, incluso aquel que no sabía que tenía. Una se vuelve un diseñador sin certificado”, contó la tejedora, mientras cogía nerviosa el bolso que tenía en sus manos en plena entrevista.
Luz fue la encargada de hacer la impactante capota de armadura que muchos confundieron con accesorios egipcios. “Era una capota en 3D, tuvimos que quitar y poner varias veces, desbaratar y rehacer desde cero. Muy laborioso. Nos tomó 64 horas para hacer el tejido y dos horas de pintura. Cuando lo vi en pasarela no lo podía creer”, indicó sonriente y con la mano en su pecho.
La Fundación bogotana ha tenido la oportunidad de hacer exportaciones a Australia, Estados Unidos y Europa pero el desfile de moda más importante del país significó un renacer, una nueva oportunidad para demostrar que la basura también tiene presencia en la moda. Elaborar todas las prendas que aparecieron en pasarela requirió de 20 762 latas, es decir, 6 kilos y 33 gramos.
La Fundación bogotana hasta el momento ha tenido la oportunidad de hacer exportaciones a Australia, Estados Unidos y Europa, pero aún necesitan mucho apoyo con la visibilidad de sus productos, pues siguen siendo una casa taller que busca con la venta de sus productos ayudar a las mujeres artesanas con apoyo económico, dignificando su trabajo y mejorando su calidad de vida y la de sus familias.
Para apoyar a la Fundación puede unirse a la campaña de recolección a través del ejercicio de guardar latas y cuando tenga una cantidad suficiente puede contactarlos a través de su página oficial www.manosamorosas.org.
*En alianza con Coca-Cola Latinoamérica.