Cuando el estilo se convierte en control: el historial de Kanye West imponiendo su visión en la imagen de sus parejas.
Kanye West no solo ha construido un imperio musical y de moda, sino que también ha convertido el estilo de sus parejas en un proyecto personal. Desde Kim Kardashian hasta Bianca Censori, el rapero ha demostrado que su influencia va mucho más allá de la música: también dicta lo que deben vestir las mujeres a su lado.
Su historial de “transformaciones” comenzó en 2012, cuando tomó el control del clóset de Kim Kardashian y lo reemplazó con piezas de diseñadores como Givenchy y Lanvin. “Quería enseñarme”, confesó Kim en una entrevista. Pero la lección nunca terminó. Cuando la socialité deslumbró en la MET Gala 2019 con un vestido de Thierry Mugler, Kanye intentó censurarla, argumentando que era “demasiado sexy”. Su respuesta fue contundente: “Tienes que saber que tu cambio no significa que yo esté en el mismo lugar que tú”.
Con Julia Fox, la estrategia fue más agresiva. En su segunda cita, Kanye la vistió de pies a cabeza con un guardarropa de diseñador y organizó una sesión de fotos para una revista. Fox lo describió como un “momento Cenicienta”, pero el cuento de hadas duró poco. En cuestión de semanas, su imagen cuidadosamente curada por West colapsó junto con su fugaz romance.
Ahora, con Bianca Censori, Kanye ha llevado su obsesión al extremo. La arquitecta australiana ha pasado de un estilo sofisticado a apariciones públicas en las que apenas lleva ropa. La pregunta es inevitable: ¿es una evolución natural o una más de las intervenciones de Kanye?
El problema no es solo estético. La moda es una forma de expresión, y cuando alguien más dicta lo que debes usar, también está moldeando tu identidad. Para Kanye, vestir a sus parejas no es un acto de amor ni de estilo: es una extensión de su necesidad de control. Y, al parecer, esa historia se seguirá repitiendo.