Para este barranquillero la barrera entre la ropa de hombre y de mujer se desdibuja poco a poco. Hoy concibe que la ropa es para personas.
La moda sin género cada vez gana más espacios en la sociedad. Día a día vemos como hombres y mujeres se le miden a lucir ropa sin etiquetas, lo que les importa es lucir bien, entendiendo que la ropa debe simplemente vestir personas. Julián Friede es un barranquillero radicado en Bogotá que ha encontrado en su clóset la manera de expresar todo lo que siente y piensa.
Dice que no puede ser mas millennial porque no se puede, es un amante empedernido de la moda y es sobre esta industria que crea contenidos en sus redes sociales. Además de eso se dedica a escribir poesía en las redes sociales y trabaja como estratega digital para Meta. En el 2022 lanzó su primer libro de poesía, lo tituló “Diario de un ambivalente” y está disponible en Amazon. Por si fuera poco, también tiene un podcast de tarot llamado “Witchy Yet Bitchy”, está en Spotify y Apple Music.
Este costeño apasionado por la moda reconoce que ha tenido un recorrido largo para llegar a mostrar lo que es hoy. Al crecer en una sociedad muy conservadora y ser él una persona muy creativa le costó trabajo a quedarse en ese molde que le imponían.
“Siempre busqué recursos para poder expresarme y cuando encontré la moda como indumentaria para esto fue mágico (…) siento que intenté de todo. En Barranquilla probé con el uniforme costeño que es el de mocasines con correa que combine, pantalón y camisa corta, pero no me identifiqué nunca”. Aunque ese era una especie de “camisa de fuerza”, él mismo busco otros caminos para expresarse a través de la moda.
Reconoce la moda como una herramienta de comunicación, en especial de la esencia. Dice que eso es lo más importante a la hora de vestir. “Debes demostrar que te estas divirtiendo, que no sigues exactamente una tendencia”. Para el la ropa viste personas y se atreve a mandar una recomendación para aquellos chicos que quieran explorar su personalidad a través de la moda. “Si te aburres en la sección de hombres vete a la de mujer. Seguro te vas a divertir mucho”, asegura.
Y sí, es reiterativo en el hecho de que la moda debe ser una extensión del ser humano porque es la manera en que puede llegar a expresar su manera de ser, sentir y actuar. Cada prenda que una persona lleva es, sin dudas, una poderosa herramienta de comunicación.
“Siento que tenemos que parar con ponerle género a todo. Por ejemplo, el rosado antes se usaba para el baño de hombres y el rosado para mujeres (…) esto empezó a cambiar con los años, nos dejamos castrar en cuanto al ser. Por eso es importante el discurso de una moda sin etiquetas. Yo amo vestirme sin género”, afirma.