La colección fusionó la rica tradición del territorio con la visión innovadora del diseñador caleño.
En la noche del martes 23 de julio, Colombiamoda se transformó en el epicentro de la moda con un evento sin precedentes: el desfile de Arkitect x Andrés Otálora. Enmarcado en un sitio mágico de la ciudad, el túnel de Oriente, este desfile marcó un hito significativo al presentar la colección ‘Guajira’, una obra maestra del diseñador caleño que cautivó a muchos.
La colección, compuesta por 100 prendas meticulosamente diseñadas, no solo celebró la rica cultura y tradiciones de La Guajira, sino que también fusionó la artesanía local con la visión vanguardista de Otálora. Desde el primer momento, el público fue transportado a un viaje sensorial donde cada pieza contaba una historia de identidad, historia y evolución.
El lugar elegido para este desfile no fue casualidad. Más que un simple escenario, fue un espacio cargado de simbolismo y significado. La atmósfera durante el evento era palpablemente vibrante y llena de anticipación. Cada detalle, desde la selección de modelos hasta la música y la iluminación, fue meticulosamente curado para complementar y realzar la esencia de cada prenda.
‘Guajira’ no solo destacó por su diseño estético impecable, sino también por su compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social. Otálora, conocido por su enfoque ético y su apoyo a las comunidades artesanales locales, demostró una vez más su dedicación a crear moda que va más allá de lo superficial. Cada pieza reflejaba un trabajo exquisito y un respeto por el medio ambiente, estableciendo un estándar elevado para la industria de la moda.
¿Cómo surgió y cómo se desarrolló la colaboración más grande que has llevado a cabo con un grupo de ropa masiva?
Esta colaboración, empezamos a trabajarla como en octubre, noviembre del año pasado. Esta es como la colaboración más grande que yo estoy haciendo con un grupo de un tipo de ropa masiva. Y bueno, pues tuve un apoyo increíble de toda la gente. Esta gente es increíble, son fabulosas, te ayudan mucho, te dejan volar en la imaginación. Solamente en el tema de consumo de telas y todo, pues obviamente es cuando lo van parando uno, porque uno está acostumbrado a sacar vestidos con muchos metros, o muchas cosas, o muy costosas telas.
¿Qué lo inspiró?
Me atrajo profundamente esa zona por su asombrosa belleza. La combinación de paisajes desérticos, el intenso azul del cielo y del mar, y el fascinante contraste entre lo seco y lo húmedo me cautivaron. Además, la rica cultura de la comunidad Guayú en ese entorno fue una inspiración fundamental para mí. El cactus se convirtió en un símbolo central de la colección, ya que encapsulaba perfectamente todos esos elementos. Esta experiencia me permitió concretar y desarrollar muchas de mis ideas, resultando en una colección que considero realmente extraordinaria.
Vimos en la pasarela casi 100 prendas...
Esta colaboración ha sido la más grande hasta el momento. Hemos diseñado más de 70 piezas para mujeres y aproximadamente 30 para hombres, lo que suma alrededor de 100 referencias en total. La colección incluye una amplia variedad de prendas como vestidos de baño, pantalones, shorts, faldas, tejidos de punto, chaquetas, vestidos de diferentes largos, blusas, tops, además de accesorios como aretes, collares, carteras, clutch, botas texanas, sandalias y cinturones. Es una colección realmente extensa y diversa que abarca desde prendas de vestir hasta accesorios, representando una experiencia increíble y gratificante para nosotros.
Sobre el trabajo en tejido de punto, ¿cómo fue su confección?
Logramos que una empresa en Bogotá que nos hicieran los estampados en tejido de punto, entonces va como en unos tops, pantalones, faldas, vestido entero en tejido de punto, busitos unicolor y también estampado.
¿Cuánto tiempo te ha llevado a hacer esta colección?
Pues imagínate, estuvimos hablando, como que en octubre fue la propuesta, comenzamos noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo, abril, mayo, como siete meses. Siempre bastante.
¿Qué de todo lo que diseñaste o qué de todas las prendas que hiciste, generó un reto o significó un reto para ti?
El reto consiste en que algunos de los vestidos que incluyo en mis colecciones tienen hasta seis metros de tela. Mi desafío es crear un vestido igual de perfecto usando solo tres metros de tela. Para lograrlo, he contado con la invaluable ayuda de los expertos de la marca, quienes me han enseñado técnicas que desconocía y han sido fundamentales en este proceso.
En una carrera como diseñador de alta costura, en la que estás acostumbrado a trabajar con telas de lujo, ¿cómo ha sido el desafío de adaptar tu trabajo para un público más amplio?
Ha sido un reto significativo para mí. Mi enfoque siempre ha sido ofrecer lujo y exclusividad, pero democratizar ese lujo y hacerlo accesible para un público más amplio en toda Colombia ha sido un desafío inmenso. La colaboración con Éxito, que está presente en las principales ciudades del país, ha sido crucial para lograr este objetivo. Entonces, es llevar a cabo lo que yo he hecho con tanto esmero y con tanto amor, pero en un sentido más comercial para que todo el mundo tenga acceso a eso y todo.