Las mujeres son cada vez más conscientes de su relación con la naturaleza y su cuerpo. Así fue la reflexión de la momposina.
Siempre se ha dicho que la naturaleza y la moda pueden ir de la mano. A la larga, todas las creaciones del ser humano algo tienen que ver con lo natural. Precisamente, entre plantas y en complicidad con el clima de Bogotá que fue particularmente cálido este jueves, Faride Ramos presentó su colección ‘Natural working woman’.
De cierta manera, la diseñadora le rindió un poderoso homenaje a las mujeres trabajadoras, pero combinó tantos elementos que cada pieza es una historia diferente. El Jardín Botánico de Bogotá fue entonces el escenario perfecto para que los asistentes entendieran que la humanidad no ha perdido la conexión con sus raíces.
Eso sí, la momposina, a través de sus piezas sastreras contemporáneas, demostró que es posible alinearse a las nuevas dinámicas sin perder la esencia clásica. Como ella misma explicó, cada prenda contaba con una redefinición de la sensualidad, sus cortes eran limpios, asimétricos y sobredimensionados. Más de un asistente quedó impactado porque la pasarela no fue solo un grupo de modelos caminando con una prenda encima, fue una historia, la historia bien contada del ser humano y su relación con la naturaleza.
La historia de la humanidad que vio germinar su vida desde la tierra y que aún sigue vigente. Ahora hablar de moda es referirse a sostenibilidad y a historias de vida.
Principalmente, los colores neutros fueron los que se convirtieron en los protagonistas de esta colección, los modelos desfilaron prendas de tonos azules profundos, grises, cafés, tabaco, en contraste con amarillo neón, terracota hasta llegar a un rojo cereza.
Para Faride, los tejidos planos no dejan de ser los primordiales e icónicos de la sastrería. Lo mismo ocurre con los tejidos de punto, que le dieron un valor agregado a la colección porque le dieron un aire de comodidad y modernidad.
Otro mensaje que sin lugar a dudas quedó claro en esta pasarela fue el de la confianza sobre el propio cuerpo y la importante relación que existe entre las mujeres y los ecosistemas. La mujer, en palabras de la diseñadora, cumple un rol fundamental en el cuidado del medioambiente y la promoción de prácticas sostenibles.
Hoy las mujeres son más conscientes de su propio cuerpo y de su ser. Faride, en línea con este pensamiento, complementó con la importancia de ser responsables también del medioambiente, y es que la humanidad sin ambiente no es nada. Por algo, también quiso exaltar la belleza desde la naturalidad sin caer en un cliché.
Esta fue una pasarela inmersa porque seguramente los modelos que lucían las prendas se sintieron en un recorrido por una zona tropical. Sus pasos fueron los típicos de los seres que habitan en los ecosistemas. Sus pasos fueron de leopardos, de monos, de osos, fueron de humanos que entendieron que el hombre es inherente a la naturaleza.
La encargada de la escenografía fue Mary Cuéter, una de las más importantes organizadoras de bodas de Colombia. Esta cartagenera entendió perfectamente el concepto que quería plasmar Faride en su pasarela.
El mensaje fue entendido por la audiencia y más de uno seguro reflexionó sobre el impacto de sus actos en la naturaleza y aprendió que el trabajo de la mujer debe ser reconocido y sostenible.