El legendario Victoria’s Secret Fashion Show vuelve a brillar, marcando su regreso después de haber sido cancelado en 2019.
Esta noche, el legendario Victoria’s Secret Fashion Show vuelve a brillar en la pasarela. Este esperado retorno no solo trae consigo la nostalgia de los años dorados del desfile, sino que también presenta una nueva perspectiva que promete ser mucho más inclusiva y diversa. Con ello, Victoria’s Secret busca adaptarse a los tiempos actuales y conectar con una audiencia que exige una representación más amplia y auténtica en el mundo de la moda.
Desde su primera edición en 1995, el desfile se convirtió en un evento anual icónico, donde las supermodelos más reconocidas del mundo caminaban con impresionantes conjuntos de lencería y las famosas alas que las convertían en las “ángeles” de Victoria’s Secret. Pero además del glamour y la espectacularidad visual, el show se convirtió en un fenómeno cultural, siendo transmitido en más de 180 países y atrayendo a millones de espectadores cada año.
El regreso de este espectáculo en 2024 no es solo una continuación de su legado, sino el comienzo de una nueva etapa que pretende corregir los errores del pasado. Victoria’s Secret ha sido objeto de críticas en los últimos años por la falta de diversidad en sus desfiles, lo que llevó a una pausa para repensar la visión de la marca y adaptarse a las nuevas demandas sociales. Este año, el show busca romper con ese molde limitado y ofrecer una pasarela donde todos los cuerpos y todas las bellezas tengan un espacio. El objetivo es representar no solo un ideal de belleza específico, sino un espectro mucho más amplio e inclusivo.
Para celebrar este esperado regreso, es inevitable recordar algunos de los momentos más icónicos que el Victoria’s Secret Fashion Show ha dejado a lo largo de los años. Desde las primeras alas que se convirtieron en un símbolo del show hasta los momentos llenos de emoción y música en vivo, la pasarela ha sido escenario de momentos inolvidables.
Uno de los hitos más destacados fue, sin duda, el uso del fantasy bra, una pieza de lencería valorada en millones de dólares, que año tras año era lucida por una de las supermodelos más importantes del momento. Entre todos, uno de los más recordados fue el que llevó Gisele Bündchen, valorado en 15 millones de dólares, con incrustaciones de diamantes, rubíes y oro blanco. Este atuendo no solo representaba el lujo en su máxima expresión, sino que también consolidaba a Bündchen como uno de los rostros más icónicos de Victoria’s Secret.
El legado de Adriana Lima
Si hablamos de momentos inolvidables, no podemos dejar de mencionar a Adriana Lima, quien fue una de las principales caras del desfile durante dos décadas. Lima desfiló por primera vez para Victoria’s Secret en el año 1999, y rápidamente se convirtió en una de las “ángeles” más queridas y representativas de la marca. Su carisma, elegancia y presencia la llevaron a protagonizar 18 desfiles de la firma, hasta su emotiva despedida en 2018.
El debut de Kendall Jenner
Otro de los momentos destacados que dejó huella en el show fue el debut de Kendall Jenner, una de las modelos más populares de la actualidad. Cuando Jenner apareció por primera vez en la pasarela de Victoria’s Secret, capturó la atención del público por su frescura y modernidad, consolidando su lugar en la industria de la moda. Su participación marcó una nueva era en el desfile, acercando el evento a una audiencia más joven y moderna.
La música y el espectáculo
Además de la impresionante presencia de las modelos, la música ha jugado un papel fundamental en el Victoria’s Secret Fashion Show. Grandes artistas internacionales han actuado en vivo mientras las modelos desfilaban por la pasarela, añadiendo una capa extra de emoción y espectáculo. En la última edición del show, celebrada en 2018, ocho artistas cantaron en vivo, entre ellos Shawn Mendes, Rita Ora y The Chainsmokers. Estas actuaciones musicales se convirtieron en una de las características más esperadas del evento, fusionando la moda con el entretenimiento.