Según una investigación de Greenpeace un tercio de los encuestados aseguraron sentirse más vacíos después de comprar moda
La gran mayoría de nosotras encuentra algún tipo de consuelo en salir y comprar ropa, pero un nuevo estudio comprueba que el shopping no nos hace felices realmente.
No es ningún misterio que las compras compulsivas sean malas para el planeta, pero ahora resulta que también afectan negativamente nuestro estado de ánimo, asegura el nuevo informe de Greenpeace presentado en la Cumbre de la Moda en Copenhague.
Además de invertir más dinero de lo que deberíamos en ropa, lo gastamos innecesariamente ya que no compramos por necesidad. Por lo contrario, el fenómeno del shopping compulsivo se debe a un anhelo de realización alentado por las redes sociales y la facilidad de comprar en línea.
Cierto es que algunos consumidores son más afectados que otros, pero el factor común entre los compradores compulsivos o excesivos es un sentimiento de culpa que generalmente aparece el día después de realizar las compras. Esto acompañado de sentirse vacío, aburrido o perdido cuando no hacen ninguna compra.
Como es de esperar, uno de los grandes factores desencadenantes son las redes sociales que impulsan la manía de las compras. Otros factores que influyen son los embajadores famosos, la presión social de estar a la moda y los descuentos.
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El estudio surgió tras una revelación escalofriante del lado oscuro de la moda donde se demostró que el consumidor actual mantiene las prendas por menos de la mitad del tiempo que lo hacía hace 15 años y que casi un tercio de la ropa producida termina en vertederos dentro del primer año de haber sido fabricada.
Así que Greenpeace decidió analizar si el ciclo de consumo desmesurado en el que estamos actualmente al menos nos hace felices, ¡y resulta que no!
Tras realizar una exhaustiva investigación el 65% de los encuestados aseguraron que la emoción de comprar ropa desaparece después de un día o menos. Y peor aún, un tercio admitió sentirse aún más vacíos después de comprar.
“Nuestra encuesta demuestra que las compras excesivas o compulsivas son seguidas por una resaca emocional- compuesta por un vacío, culpa y vergüenza. La gente comienza a darse cuenta de que están atrapados en un ciclo insatisfactorio de tendencias de moda baratas y desechables y que su consumo excesivo no conduce a una felicidad duradera. Esto debe servir como una advertencia para las empresas y los anunciantes que promueven el actual modelo de la moda rápida. Estas deben cambiar radicalmente su modelo de negocio cambiando el foco de la producción de volumen hacia la calidad y la durabilidad” explicó Kirsten Brodde, líder del proyecto en Greenpeace.
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La campaña ha comprometido a 79 marcas y proveedores mundiales de textiles a prohibir los productos químicos peligrosos de sus cadenas de suministro para el 2020. Pues con el fin de proteger el planeta solo se necesita un cambio en la forma en que consumimos moda.
“En el sistema de moda de hoy en día, las empresas gastan miles de millones de dólares en publicidad para vendernos sueños falsos de felicidad, belleza y conexión vinculados a la compra de productos. Pero estaríamos mucho más felices si las marcas de moda proporcionaran ropa que fuera de alta calidad, duraderos y nos ofrecieran métodos para cuidar, compartir y reparar nuestra ropa. Nosotros y el planeta no merecemos nada menos que eso” concluyó Brodde.
Mira el video de la campaña aquí:
Estos son algunos de los hallazgos clave que arrojó la encuesta realizada en China, Hong Kong, Taiwán, Italia y Alemania entre diciembre del 2016 hasta marzo del 2017.
Consumo excesivo de ropa
La compra regular de ropa, zapatos, bolsos y accesorios es un hábito generalizado en todos los países y regiones encuestadas. La mayoría de las personas admiten poseer más ropa de la que necesitan, incluso reconociendo poseer ropa que nunca han usado.
Comprar por razones sociales y emocionales
Actualmente la gente no está comprando por necesidad sino por razones sociales y emocionales, como aliviar el estrés, aumentar la autoconfianza, ganar estatus y reconocimiento, sentir emoción al comprar o por pasar el tiempo.
Comportamiento de compra excesivo y compulsivo
Un porcentaje significativo de las personas califican como “compradores excesivos” exhibiendo rasgos conductuales de compulsividad a la hora de comprar. Por ende gastan más dinero que lo que deberían en ropa, se sienten vacíos cuando no compran y realizan compras en línea incluso durante clases o horas de trabajo.
La satisfacción de comprar es de corta duración
Alrededor de dos tercios de los compradores quedan satisfechos o emocionados después de comprar pero la mayoría reconoce que el sentimiento desaparece después de un día o menos y un tercio asegura sentirse aún más vacíos una vez que la emoción de las compras desaparece.
Así que queridas amantes de la moda, ¡es hora de buscar la felicidad más allá de los centros comerciales!