Los hombres cada vez más le pierden el miedo a lucir piezas sin etiquetas. La barrera entre lo que concebimos como “ropa masculina o femenina” se viene desdibujando desde hace algunos años.
La concepción de la moda masculina se ha venido transformando a lo largo de los años. De hecho, algunos expertos aseguran que ya algunas prendas han venido desdibujando las barreras del género. Lo que algunos hombres lucen en la actualidad, era casi que impensable verlo iniciando este milenio, por ejemplo. Pero los roles normalmente preestablecidos para el género masculino han cambiado y esto también ha repercutido en la moda.
La moda, entonces, se ha convertido en una expresión de la identidad del individuo. Para nadie es un secreto que las prendas que lucimos están relacionadas con nuestros entornos. De ahí que romper esos moldes termina siendo visto con extrañeza por quienes no han abierto su mente. Bajo ese sentido y refiriéndonos a la masculinidad, Anastasia Téllez y Ana Dolores Delgado explican que esta se define por los símbolos, comportamientos y valores definidos por la sociedad.
En el pasado, la masculinidad era sinónimo de valentía y fuerza, por ende, desde la moda también se tenía que reflejar esto. Los hombres empezaron a finales del siglo XX a lucir prendas más ceñidas al cuerpo con el fin de verse más musculosos, eso sí, estaban muy alejados de los accesorios, pues estos estaban relacionados principalmente con la feminidad. La tendencia conocida como “dandismo” llegó entonces para resignificar la moda masculina.
El escritor Luis Antonio Villena definió entonces a un ‘dandi’ como “una persona que utiliza el vestido como una manera de disidencia, es decir, se viste bien, con prendas buenas, pero nunca como los demás”. De esta manera, introduce elementos transgresores a su manera de vestir. Bajo ese entendido define que el hombre usa prendas llamativas que no pierden la noción de la elegancia.
Los hombres en la actualidad han redefinido la masculinidad y lo han hecho también a través de su forma de vestir. Los expertos aseguran que la moda masculina está tomando caminos interesantes con reflexiones de una gran profundidad. Hoy la ropa de “hombre y mujer” tiene barreras cada vez más transparentes. Hoy la ropa no viste a hombre o mujeres, viste a personas.
La llamada moda fluida ha permeado a la sociedad. En especial a la generación Z. De acuerdo con un estudio de Klarna, el 58 % de los compradores de dicha generación han comprado al menos una vez un accesorio de género fluido. Los millennials cada vez adoptan más esta forma de expresión y según el informe, el 40 % de los compradores han adquirido alguna pieza sin importar el género que esté en la etiqueta. Le siguen la generación X con un 22 % y los baby boomers con un 11 %.