La colección ‘Jardín’ estuvo inspirada en la conexión entre los pensamientos y las plantas.
El silencio de un jardín puede ser inspiración para crear una colección que impacte. Este fue un concepto que tuvo claro Atelier Crump, que presentó su más reciente línea en la última noche de Bogotá Fashion Week.
Las siluetas estructuradas, los chalecos, los blazers cruzados, entre otros, fueron los protagonistas de una noche llena de mucho estilo e inclusión. En la pasarela de Atelier Crump se pudo apreciar una amplia gama de colores que, sin dudas, reflejan el alma de un jardín. De esta colección se destacaron tonos como los marfiles, el negro, verde esmeralda y no podía faltar el fucsia.
La marca, que recibió muchas ovaciones tras la pasarela, mostró un detalle muy especial en sus prendas. La hoja de alocasia amónica y la hiedra fueron, por así decirlo, el centro de atención en varias de las composiciones. Esta primera planta tiene un gran significado, pues está relacionada con la protección y la buena suerte. Por el lado de la hiedra, esta representa el crecimiento espiritual y la determinación.
La colección que presentó la diseñadora Diana Crump fluía entre lo masculino y lo femenino, quizá por esto llamó mucho la atención de los asistentes a su pasarela en la Bogotá Fashion Week. Eso sí, el sello de la marca nunca se perdió, pues las piezas conservaron siempre esa esencia sofisticada, irreverente y elegante.
Como era de esperarse, la colección también llevaba ese ADN francés que también corre por la sangre de la diseñadora, quien es considerada como una hija de Colombia y Francia. Pero esto no era nada que sorprendiera a los conocedores de la industria de la moda en el país, pues es bien sabido que Diana creció entre el buen gusto y la elegancia del país europeo y la colorida cultura de Colombia.
En su hogar era casi que un requisito crear. Sin dudas, la creatividad era como uno de los alimentos de la cotidianidad. Esta impregnaba cada rincón de la casa de la diseñadora.
Diana viene con el chip de la moda incrustado en su piel. Estudió en la capital francesa en el Ecole des Arts Appliqués Duperré y complementó dichos estudios en el École de la Chambre Syndicale de la Couture Parisienne.
Fue precisamente en este último recinto educativo donde comenzó a experimentar con las siluetas femeninas que a su vez se combinaban con las masculinas. Esto llamó mucho la atención de los académicos y miembros de la industria de la moda. Fue precisamente su proyecto de grado el que le abrió las puertas en Hermès, casa de modas donde trabajó del 2009 al 2012 en el equipo de diseño de la división masculina. Ella tenía la responsabilidad de la parte textil de las colecciones. Fue allí, precisamente, donde afinó sus conocimientos sobre telas.
Ya en 2014 regresó a Colombia con el fin de emprender y darle vida a su propia casa de moda, Atelier Crump, que más que ser una marca de ropa, lleva una filosofía que invita a las mujeres a empoderarse y romper los paradigmas impuestos por la sociedad. Las invita a atreverse y ser diferentes cada vez que tengan la oportunidad.