En la confección de carteras hay una gran variedad de materiales.
La moda ha tenido un largo romance con la piel de los animales desde hace siglos. Desde las cavernas, el hombre recurrió al cuero y pelaje animal para protegerse del medio ambiente. En la época contemporánea, dejamos atrás el pelaje por necesidad y lo introdujimos como sinónimo de lujo, elegancia y estilo.
Sin embargo, marcas de talla internacional como Gucci, Prada, Versace, Armani, Chanel, entre otros, han declarado que llegarán al punto en el que las pieles de animales no harán parte de la composición de sus piezas. En la Semana de la Moda de Bogotá se pueden encontrar diversas formas de crear moda en Colombia. Entre ellas está la que utiliza piel de animal en nuestro país.
A. Rinkel es una empresa colombiana cuya base es Barranquilla. “Todos los accesorios son hechos a mano por nuestro atelier y artesanos que trabajan con nosotros”.
“Nuestra trayectoria es de 15 años, empezamos con pieles exóticas como el cocodrilo y luego incursioné como diseñadora con otro tipo de materiales como cuero, pelo de vaca, lentejuelas, brillos, cristales, tela de jean y empecé a hacer una estética propia que identificara a la marca fácilmente, que tuviera un sello visual”, le dijo Adriana Urueta Rinkel a Fucsia, diseñadora de la marca, en medio de la Bogotá Fashion Week 2022.
La empresa cuenta con diferentes diseños de carteras y diversos materiales. Sin embargo, solo uno de los estilos es hecho con piel de cocodrilo. En Fucsia le preguntamos a Adriana si ha tenido algún inconveniente por utilizar piel de animal en sus confecciones y esto nos dijo:
Adriana U. Rinkel.“Nunca hemos tenido problemas porque nosotros compramos las pieles en zoocriaderos súper certificados y aprobados por el Ministerio del Medio Ambiente. Como nosotros empezamos nuestro expertise en la elaboración de accesorios con pieles exóticas, nosotros sabemos que la zoocría de pieles de cocodrilo es una industria responsable”.
La diseñadora explica que cuando habla de responsabilidad se refiere a que en la mayoría de zoocriaderos deben devolver el 5 % de sus ganancias al medio ambiente, ya sea en repoblación de animales o en dinero.
“Lo que acaba con las especies no es la zoocría, es el cambio del hábitat y ese dinero que se devuelve lo hacen para mantener el hábitat de esas especies, entonces sé que es una industria muy controlada nacional e internacionalmente”, enfatiza Adriana.
Además, comenta que este tipo de objetos pertenecen a un nicho de mercado en el que “hay muy poca gente en el mundo que es conocedora del valor de estas pieles. Estas pieles para mí son como joyas. Es como cuando tú compras unos aretes de diamantes. Tú compras esa cartera porque sabes el valor que tiene la piel, sabes que es algo único, exclusivo, que no todo el mundo lo tiene por el costo y por el gusto porque no a todo el mundo le gusta y yo pienso que son como pequeñas joyas”.
Las carteras con piel de cocodrilo se hacen solo sobre pedido y tienen un valor entre los 850 dólares, más de tres millones de pesos. Aunque lo que ofrece la marca va mucho más allá de la piel animal. El 95 % del diseño de Andrea se basa en innovar desde distintas corrientes artísticas:
“Como diseñadora encontré que el manejo del volumen es el sello más importante de la marca. Luego, con la experiencia y con el tiempo trabajando, me di cuenta que el uso del color también era muy importante”.
Govant es una de las pocas marcas colombianas que se han aferrado al cuero vegano para crear accesorios. Sus bolsos y billeteras son diseñados a partir de la inspiración que dan las figuras geométricas a su diseñador Jorge Millán.
Millán habló con Fucsia y expresó que la esencia de su marca es crear productos sostenibles y veganos que habitan en la geometría y en la empatía por los animales: “Veía que en el mercado el formato era la promesa de cuero real como promesa de calidad, pero con el tiempo vimos la posibilidad de hacer lago distinto y alejarnos completamente de las pieles de animales”.
El diseñador asegura que la tendencia mundial en moda es alejarse de la piel de animal y advierte que en el futuro de las pasarelas no ve este tipo de materia prima en la producción de prendas de vestir y accesorios. Dicha premonición hace parte de su creatividad:
Jorge MillánToda mi vida he ido anteponiendo las ideas sobre los formatos. Mi inspiración es de diseño gráfico. Toda nuestra promesa es sustentada en el diseño construyendo desde la sostenibilidad y el respeto por los animales porque normalmente los ven como objetos
Los precios de sus productos están entre los 140 y 470 mil pesos colombianos. Hay que tener en cuenta que el cuero sintético que utiliza Millán no es económico, solo un metro de la tela cuesta más de 100 mil pesos colombianos, mientras que la piel sintética tradicional puede estar alrededor de los 14 mil pesos.
La marca de este diseñador se une a la ola mundial de tendencias que han buscado otros recursos con el fin de no utilizar animales para la creación de productos. Sin embargo, hay que recordar que la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES) ha prohibido la comercialización de especies en peligro de extinción, pero permite el comercio de especies cuya amenaza de extinción es baja.