Una técnica de yoga que combina la meditación y el entrenamiento físico está causando sensación. Se llama Jivamukti y promete alinear cuerpo y alma, de arriba abajo.
Imagínate una actividad física que te ejercite todos los músculos del cuerpo, algunos de ellos insospechados, que estimule glándulas para mejorar su sistema endocrino, que ponga su cabeza a pensar en cosas buenas y que al terminar no sólo sientas que estás relajada, sino que además hay algo diferente en tu interior que te hace un mejor ser humano. Se llama Jivamukti y es una forma muy antigua de yoga que hace algún tiempo viene captando adeptos en Occidente.
Ana Muriel instructora de Yoga Studio Colombia, aprendió esta técnica con maestros especializados y ahora la enseña a sus alumnos en la sede de Usaquén. Para ella el Jivamukti es una de las disciplinas de yoga más completas que hay, pues reúne los beneficios conocidos como la relajación a través de la meditación, con movimientos de elongación y mantenimiento del equilibrio que ayudan a fortalecer los músculos y estilizar la figura.
El centro del alma
Cada sesión comienza con un ejercicio de concentración y un mantra o canto que se hace desde el estómago hasta producir una vibración en los labios. Se hace una especie de ‘voto’ en cada clase que generalmente está asociado a sentimientos positivos, como el amor, la fe o las metas que cada uno valora. “Cuando le digo a mis alumnos que dediquen en su mente la clase a algo o alguien importante en sus vidas, eso hace que cada movimiento sea hecho con más esfuerzo y dedicación, es una forma excelente de motivarse”.
La respiración es fundamental para alcanzar una concentración adecuada. Comienza con posiciones suaves, de estiramiento, y a medida que avanza la clase el equilibrio y la exigencia aumenta. “Una de las mejores cosas que tiene el yoga, es que cada quien va desarrollando su propia elasticidad y capacidad de respuesta a los ejercicios, y es sorprendente ver cómo al cabo de un mes las personas van progresando y mejorando sus posturas”, cuenta Ana María, quien supervisa de manera personalizada a cada asistente.
Con el cambio de los movimientos, también vavariando la música, que juega un papel importante, las sesiones se hacen con diferentes ritmos, desde sonidos naturales, hasta ritmo de marimbas que van marcando el paso.
Medicina interna
En las diferentes posturas de yoga, en este caso de Jivamukti, sucede algo muy interesante. Hay una serie de puntos estratégicos, que al ser estimulados por determinados giros o inclinaciones corporales, activan glándulas que favorecen el sistema endocrino. Ana añade que “la gente comienza a notar una serie de cambios externos. Por ejemplo, mejora su sistema inmunológico, se enferman con menor frecuencia, la piel recupera su luminosidad, comienzan a comer mejor y a sentir menos antojo por dulces o harinas; esporque todo vuelve a funcionar adecuadamentedes de adentro”.
Ejercicios
Ana Muriel, recomienda estos ejercicios para realizar en casa o en la oficina cuando tengas un tiempo a solas.
1. De pie, con la espalda derecha, estira los brazos, uniendo las palmas por encima de la cabeza, inhala y exhala, bajando el tronco hasta poner los dedos en el piso, repítelo unas 3 ó 4 veces.
2. En la posición anterior deja caer el tronco hasta donde tu flexibilidad lo permita, con la cabeza y los brazos relajados, inhala y exhala 3 ó 4 veces.
3. En la posición anterior vuelve a extender las palmas de las manos hacia el suelo, pero esta vez levanta la cabeza mirando hacia delante, inhala, y vuelve a bajarla recuperando la posición 2; exhala. Acuéstate con las piernas ligeramente separadas y las palmas de las manos hacia arriba, es el momento ideal para respirar hondo e imaginarse cómo entra el aire a cada punto del cuerpo.
4. Manten la posición 2, cabeza adelante, inhala, cabeza hacia adentro; exhala.
5. Vuelve a la posición número 1 y recoge las manos hacia el pecho.