Normalmente pensamos que ser buenos ahorrando dinero está relacionado directamente con un ahorro a largo plazo. Si bien es cierto que guardar dinero para cuando estemos retirados es importante, lo es aún más tener en cuenta que esos billetes tendrán peso si se empieza a ahorrar desde ya.
Es mucho más inteligente adquirir el hábito de ahorrar desde joven que esperar a la mitad de nuestras vidas para empezar a hacerlo. La razón sobre ser prudente con tu dinero se relaciona directamente con tu salud y bienestar, de hecho encuestas realizadas en los Estados Unidos confirman que las personas con deudas son mucho más propensas a sufrir de problemas de ansiedad.
De igual forma salir de las deudas no te va a prometer una dulce vida cuando estés viejo, lo que sí lo hará es tener control de tus finanzas. Así serás feliz ahora y cuando llegue el retiro.
Buscar por ayuda no está demás si sientes que necesitas consejos sobre como empezar un plan de ahorro, sin embargo la idea es educarte a ti mismo acerca del dinero y no vivir en negación acerca de tus gastos. Te contamos lo que queremos que sepas sobre el hábito del ahorro:
El dinero compra seguridad pero no la felicidad. Cuando se trata de dinero siempre asumimos que entre más cantidad más felices seremos y hasta cierto punto es cierto. Pero es aquí donde nos confundimos y llega el síndrome de ‘nunca es suficiente’, entre más ganas, más gastas y más quieres. Terminar por convertirse en alguien que vive solo en pro del hacer dinero y perderte de las cosas maravillosas de la vida a causa de esto es la mayor tristeza de todas.
Hay que encontrar un balance, y piensa que si te la pasas preocupada por encontrar un trabajo con mejor paga, comprarte un mejor carro, tener más finca raíz, probablemente estás desgastando energía que podrías redireccionar a disfrutar de lo que tienes.
Mientras más rápido empieces a ahorrar para tu retiro, más rico serás... ¡empieza ya! La mayoría de las personas ponemos en lista de espera el hábito de ahorrar porque preferimos gastarnos el dinero en el presente. Este error debe parar. No hay equivocación más grande que pensar que empezando a ahorrar a los 40 tendrás suficiente dinero para tener una linda jubilación.
Adquiere el hábito de ahorrar por lo menos el 10% de tus ingresos mensuales. Nadie dice que tengas que no puedas disfrutar de lo que ganas en el ahora, solo se trata de poner las cosas en perspectiva. Recuerda, los ahorros estarán ahí para el día que los quieras usar y siempre es mejor tener algo guardado para emergencias.
Si el dinero que ganas mensualmente no te alcanza para ahorrar un 10%, opta por ahorrar menos de ese porcentaje. La clave es que nunca dejes pasar un mes sin guardar dinero en la caja del retiro.
Nunca tendrás dinero si cada carro nuevo que sale tiene que ser tuyo. Este es probablemente uno de los errores más graves por cometer. Si, sabemos que el olor a cuero nuevo de la cojinería de un carro último modelo es casi irresistible, pero pretender tener todos los automóviles es una idea salida de los cabellos. Piensa que cada préstamo de un carro le hace un hueco gigante a tu cuenta.
Al final, el olor a nuevo del carro se reemplaza por papitas fritas y ropa de gimnasio y a tu cuenta le seguirán faltando ceros.
Cuando una relación se convierte en algo serio, necesitan estar en la misma página respecto al dinero. Discutir con tu pareja sobre cuánto dinero tiene cada uno no es para nada sexy, pero tampoco lo es pelear sobre quién paga más cuentas o quien da más. Lo que pueden hacer es ponerse una meta que los invite a ahorrar y a trabajar en torno a ella juntos. Cada vez irán tomando estas iniciativas y su gusto por ahorrar para irse de viaje juntos o comprar un apartamento se irá incrementando. Te darás cuenta lo divertido que es lograr proyectos en pareja.
La gente que piensas que es rica probablemente no lo es. La única forma de saber si una persona es verdaderamente rica es mirando sus cuentas y su estado crediticio. La mayoría de las personas adineradas son modestas en cuanto a exhibir sus riquezas se refiere, prefieren carros comunes y no ser ostentosos. A diferencia de aquellas personas que se la pasan exhibiendo sus riquezas, y pueden estar fácilmente viviendo del crédito.