Desarrollar habilidades en torno a las tecnologías de la cuarta revolución industrial debe ser objetivo de los nuevos currículos educativos
La tecnología y las experiencias digitales innovadoras deben hacer parte de la práctica pedagógica de nuestros colegios, pues cada día es más evidente la necesidad de formar estudiantes en competencias digitales que les permitan desarrollarse en futuros ambientes sociales y laborales.
En Colombia hay múltiples barreras para que las mujeres entren a liderar y formen parte de la industria tecnológica. Una de las principales viene del sector educativo y corresponde a la brecha existente entre los hombres y las mujeres que se gradúan de carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Por eso, las entidades educativas que están a la vanguardia de la formación le han venido apostando a trabajar en currículos que ayuden a cerrar estereotipos de género, a través de la utilización de la innovación y herramientas digitales.
¿En realidad se necesita promover un sistema que incluya la presencia de niñas en la ciencia y la tecnología? La respuesta definitivamente es sí. No solo es un asunto de acceso a la innovación y tecnología, sino de cambio de enfoque y ampliación de la perspectiva de lo que significan las acciones y soluciones a problemas reales, lo cual afecta por igual a hombres y a mujeres.
“Aparte de ese liderazgo que ha caracterizado a las Pachas desde hace 60 años, ahora queremos que tenga un toque de innovación, de creatividad, de tecnología y eso es lo que buscamos curricularmente con lo que hacemos en nuestro colegio. Nosotros hemos visto la importancia de que la niña comience a tener contacto con esos procesos de orden tecnológico desde preescolar y tener un horizonte claro que permita que ellas desarrollen unas habilidades, les va a ayudar a desarrollar unas competencias a nivel laboral y a nivel profesional de una manera óptima”, afirma Claudia Rojas, jefe del departamento de tecnología e informática del Colegio Santa Francisca Romana.
Como mujeres, tenemos muchas habilidades, pero por el temor social y los estigmas no las estamos desarrollando a plenitud. Por esta razón, los currículos más actuales le apuestan a una educación más inclusiva que rompa brechas de género y deje salir a las habilidades creativas tanto de niños como de niñas, a través del uso de la ciencia, la innovación y la tecnología.
El desafío intelectual fundamentado en el pensamiento crítico y en una actitud de aprendizaje permanente hace parte de la filosofía del Colegio Santa Francisca Romana y, por eso mismo, permanecen comprometidos con la educación de ciudadanas globales, incluyentes, respetuosas de las demás personas y de las diferencias.
Programas como InGennius y el reciente evento Pachas BOT buscan acercar a este tipo de pensamiento científico a otras instituciones, sirviendo como medio para la promoción de proyectos de colegios privados y públicos a nivel nacional.
Algunos de los testimonios de estas participaciones son los siguientes:
“En el proceso de armar estos robots hemos vencido los retos que nos han puesto y es que creo que eso es lo que más hemos disfrutado del concurso que nos obligaba como a pensar y a superarnos cada vez más”. Isabel Bustillo, estudiante del Colegio Británico de Cartagena.
“Para mí es importante porque los jóvenes tenemos como más aprendizajes y no nos enfocamos digamos solo en lo que ya sabemos, sino que podemos aprender nuevas cosas y relacionarnos con nuevas personas”, Elkin Estiven Caro Peñalosa, Colegio Juan de la Cruz Varela, sede Erasmo Valencia.
“Ver cómo alcanzan sus resultados, ver que ellas se sienten felices y capaces de lograr, es una gran satisfacción. Es importante que se crean capaces, que se den cuenta de que sí podemos. También es importante que los padres confíen en las habilidades de las niñas y que desde casa también abramos nuestra mente y apoyemos esos procesos y esos intereses de las niñas”, concluye la docente Claudia Rojas.