Según expertos sí se puede seguir amamantando al bebé así se tenga esta inflamación
La mastitis es una inflamación (hinchazón) en el seno que generalmente es causada por una infección que se produce en el tejido mamario por diferentes organismos. La infección aparece por el sobrecrecimiento de bacterias que producen sustancias que taponan los conductos por donde se drena la leche del pecho.
La mastitis se puede reconocer por tener la zona del pecho endurecida, roja, caliente y dolorosa al tacto. Algunas veces va acompañada por malestar general y fiebre
Es muy importante evitar y tratar las obstrucciones de zonas del pecho y para ello, es muy útil el masaje antes y durante la toma, el vaciado regular y completo del pecho y variar periódicamente las posturas en las que se amamanta.
En caso de que notes algunos de estos signos, debes acudir al médico cuando se presenten los signos que hemos comentado, por si es necesario recoger muestras para cultivo de la leche y tomar antibiótico y probióticos.
Es aconsejable tener en cuenta los factores que pueden desencadenar una mastitis, para poder controlarla a tiempo. Algunos de estos son:
Según la Dra. Blanca Garrido García, neonatóloga del Servicio de Pediatría del Hospital de Manises, no existe ningún impedimento para la lactancia en caso de presentar mastitis. “Ni le podemos transmitir la infección ni la leche pierde sus cualidades nutricionales. Si el bebé no quisiera tomar del pecho afectado, es importante la extracción de leche usando técnicas de extracción manual o extractores mecánicos. La leche extraída puede darse al bebé sin problemas”.
En caso de una mastitis, lo más importante es actuar cuanto antes. Lo primero que hay que hacer en las primeras 24 horas es realizar una extracción frecuente y eficaz de la leche. Además, es muy importante consultar al médico especialista para iniciar el tratamiento adecuado.
Aquí te dejamos algunas recomendaciones para tratar esta inflamación.