Aquí unas sencillas recomendaciones que te harán la vida más fácil.
La temporada de lluvias en una de las más difíciles para el cuerpo humano, teniendo en cuenta que las bajas temperaturas pueden ocasionar malestares, como la famosa gripa. No es extraño que una persona pueda tener resfriado un par de veces al año. Sin embargo, existen aquellos que sufren por la gripa frecuentemente. ¿Cuál es la razón?
Aunque no lo crea, hay varias condiciones que pueden generar que una persona se enferme seguido y no solamente de gripa, también de otros problemas como digestivos, renales y más. La edad, el tipo de trabajo, la condición física, el bienestar emocional y hasta sus pasatiempos, son algunas variables que inciden en esto.
Por ejemplo, si una persona no duerme lo suficiente, no come lo necesario o trabaja más de la cuenta, puede generar una baja de defensas que conlleve a enfermarse más de lo habitual.
En ese sentido, los expertos recomiendan ir al médico antes que consumir cualquier clase de fármacos, pues solo los médicos y los exámenes de rutina, son los capaces de diagnosticar por qué una persona se viene enfermando tan seguido y cuál debería ser el tratamiento a seguir.
En cuanto a las gripas que habitualmente padecemos durante el año, existen algunos remedios caseros que pueden ayudar a disminuir los síntomas.
Por supuesto, también hay otros remedios y cambios de hábitos que pueden ayudar a subir un poco las defensas, evitando enfermedades como la gripa y otras molestias en el organismo. Una de las recomendaciones más sencillas es dormir lo suficiente. Y es que un buen descanso hace al cuerpo más fuerte e inmune.
Y si eres de aquellos que no tiene una buena dieta alimenticia y tienes problemas con las gripas y otro tipo de malestares, ten en cuenta que comer frutas y vegetales aumentará tus defensas, haciéndote menos propenso a todo tipo de enfermedades.
Por si no lo sabías, las frutas y vegetales son ricos en nutrientes como la vitamina C y esto puede hacer que tus resfriados sean más cortos.
Otra forma eficaz es consumir grasas saludables. Y no estamos hablando de aquellas que se encuentran en las comidas rápidas y los alimentos procesados, sino más bien, a esas que se encuentran en el aceite de oliva y el salmón.
Por ejemplo, el aceite de oliva ayudará a tener menos riesgos de afecciones crónicas como enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2. Adicional a eso, es altamente antiinflamatorio, lo que quiere decir que ayudará a tu cuerpo a combatir contra virus y bacterias.