Mujeres alrededor de los 40… ¿Cómo prepararnos para la menopausia?

La menopausia es un término que asusta a la mayoría de nosotras, ya que lo hemos relacionado con ‘envejecer’. Claro, es entendible, esta se refiere a un evento muy específico en la vida femenina: la última menstruación de la mujer en su etapa reproductiva; pero ¿sabías que la edad de la menopausia está programada desde el nacimiento?

Así es, esta depende de la cantidad de ovocitos (células que se convertirán en óvulos) que tiene la mujer en el momento de nacer. Sin embargo, es importante aclarar que existen factores externos que podrían alterarla significativamente como: histerectomía total, embarazos, tratamientos como la quimioterapia o la radioterapia, y los malos hábitos como el sedentarismo, abuso del alcohol, mala alimentación y el tabaquismo.

Normalmente, la menopausia se presenta aproximadamente entre los 46 y 55 años en Colombia, en un proceso gradual y pausado que se relaciona con la disminución de las hormonas femeninas (estrógenos y progesterona) por parte de los ovarios. Cuando la menstruación desaparece por un periodo de más de un año, es cuando una mujer llega a la menopausia.

Sin embargo, el proceso se ha iniciado varios años antes (aproximadamente desde los 40 años en adelante) en algo que se llama perimenopausia, que viene con una serie de síntomas, para muchas incómodos, que sin duda podemos minimizar y controlar con algunas acciones.

¿Cuáles son los síntomas que podemos presentar durante la perimenopausia?

• Menstruaciones irregulares: los tiempos entre una y otra pueden variar cada mes, ser más largos o cortos, como también el sangrado puede ser más ligero o abundante de lo normal.

• Calores: se empieza a sentir una sensación de calor intenso en la cara, cabeza y que puede extenderse al resto del cuerpo, que viene y va repentinamente. También se presentan en la noche, causando sudoración excesiva.

• Problemas de sueño: el nivel de melatonina disminuye, generando un mayor tiempo de latencia del sueño, así como más despertares durante la noche y temprano en la mañana.

• Atrofia vaginal: adelgazamiento, resequedad e inflamación de las paredes vaginales.

• Pérdida de densidad ósea: se pierde masa ósea con más rapidez de la que se recupera, esto incrementa el riesgo de osteoporosis.

• Aumento de peso y cambio en la distribución de la grasa: aumento de peso sin cambios significativos en la dieta o el ejercicio, se acumula mayor grasa en la parte central del cuerpo.

• Cambios en el estado de ánimo y el cerebro: irritabilidad, ansiedad, falta de deseo sexual, pérdida de memoria y la llamada niebla mental (falta de concentración y problemas de memoria).

• Disminución en la fertilidad: se reduce la posibilidad de lograr un embarazo.

• Muchas mujeres pueden notar además pérdida de cabello, fragilidad en las uñas, dolores musculares y de cabeza, palpitaciones y calambres.

¿Cómo podemos tratar estos síntomas y minimizarlos?

Sabemos que nuestro cuerpo responde a la manera en la que lo tratemos y en este caso no es diferente. A pesar de que no podemos decir que con buenos hábitos podemos evitar la llegada de la perimenopausia y todos sus síntomas, sí podemos lograr que estos sean más leves.

Primero, debemos entender que este es un proceso natural de todas las mujeres, así que no estamos solas en esto. Tenemos que activar el amor propio, la autocompasión y ser amables con nosotras mismas.

• Practicar yoga y meditación pueden ayudar a nivelar nuestras emociones, disminuyendo la irritabilidad y la ansiedad, también regula el sueño y ayuda a disminuir los calores.

• Hacer ejercicio regularmente no solamente puede ayudar a mantener un peso sano, sino también puede mejorar el estado de ánimo.

• Es aconsejable moderar el consumo del alcohol, ya que es un azúcar simple y de fácil absorción, lo que aumenta los calores, sobre todo nocturnos.

Según la Facultad de Medicina de Harvard, el ayuno intermitente (monitoreado por un médico) puede mejorar desequilibrios hormonales, ayuda a controlar el peso, permite procesar mejor los carbohidratos y así no forzar a nuestro páncreas para producir insulina constantemente.

Mantener una alimentación sana y variada puede ayudar a mantener nuestra salud física y mental sana. Se recomienda el consumo de grasas buenas (aguacate, aceite de oliva, nueces, semillas), proteínas de calidad (huevos, legumbres, pescado, carnes orgánicas), alimentos ricos en fitoestrógenos (soja fermentada, garbanzos, brotes, té verde, bayas), frutas y vegetales frescos, cereales integrales, fermentados, alimentos ricos en calcio (tofu, ajonjolí, brócoli, garbanzo, almendras).

Hidratarse correctamente alivia los calores y ayuda a compensar la sequedad de la piel y de las mucosas. También disminuye el estrés, el dolor de cabeza y permite tener un buen tránsito intestinal.

La menopausia es tan solo unas de las muchas etapas por las que una mujer debe pasar en su vida, sobrellevarlas de manera exitosa depende de cada una de nosotras y de las decisiones que tomemos.

Como dijo Marie Curie: “En la vida no hay nada que temer, sino comprender”.

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