Las expertas en hábitos saludables hablaron con Fucsia sobre cómo han cambiado la vida de miles de personas en su trabajo como las ‘Mishmashladies’, incluidas las de ellas mismas.
Camila y Claudia Torres son dos hermanas que dedican su día a día a impartir el conocimiento que han adquirido en vida saludable para mejorar la vida de quienes deciden emprender un camino de disciplina, autodescubrimiento y bienestar junto a ellas.
Las mishmashladies, como se hacen llamar en su programa de asesorías, son coaches (entrenadoras) en cambios de hábitos, es decir, son personas que han ayudado a cambiar hábitos poco saludables por actividades integrales para tener una vida llena de bienestar, logrando tener una comunidad de casi 40 mil personas solo en su red social de Instagram. Esta labor la han desempeñado durante los últimos siete años y se sienten más que satisfechas con los resultados obtenidos.
Lo más gratificante es sentir que estamos devolviéndole algo a la sociedad. Que a pesar de que tenemos profesiones muy diferentes a lo que hacemos el día de hoy, nos sentimos muy útiles. Creemos que estamos haciendo cambios no solo en las personas que ayudamos con nuestros programas, sino en sus familias y amigos
La vocación de estas hermanas se vuelve especialmente útil y vital en un continente donde al año mueren casi un millón de personas por enfermedades relacionadas con malas prácticas alimenticias. Sin embargo, Camila y Claudia no se dedican solamente a cambiar la forma en la que las personas perciben la comida o hacen ejercicio, sino “es tener una vida integral de cosas buenas, por dentro y por fuera”.
¿Cómo llegaron aquí?: “Fue una experiencia personal. Cada una empezó a cambiar los hábitos por una condición médica específica y cuando vimos que tenía tantos beneficios en nuestra vida, en nuestro entorno, empezamos a querer contagiar esto que habíamos cambiado. Creamos un blog donde hablábamos de lo que hacíamos con nuestras familias y las personas nos pedían más”.
Así lo explicó Camila, pues ella sufría de hipertensión y su hermana Claudia tenía problemas de insulina. En esta trayectoria donde fueron más allá de sus profesiones (Camila es profesional en Lenguas y Estudios Sociocultutrales y Claudia es arquitecta) y de sus roles como esposas y madres, se han encontrado con muchas historias de vida, pero también con situaciones desafiantes.
“Creemos que las dificultades más grandes son que las personas tienen muchas creencias limitantes y tienen objetivos fuera de contexto. La gente siempre está buscando tener el cuerpo ideal o bajar de peso muy rápido, pero no tiene el ideal de verse a futuro como alguien saludable, entonces hay que convencerlos de que no es algo momentáneo, de que no es de un solo esfuerzo, sino que es de un trabajo continuo. Hay que esforzarse, cambiar para toda la vida”.
Esto va alineado con una de sus más grandes enseñanzas y es educarse a sí mismo para cambiar desde adentro, enfocarse en la salud mental y física, ya que lo de afuera llega por añadidura. Pero llegar a este punto no es fácil, pues Claudia y Camila han identificado un hábito complejo de roer en la sociedad:
“La gente cree que comer bien es agua y ensalada, y no conoce muy bien sobre los grupos de alimentos, sobre los beneficios que trae cada grupo, entonces creen que lo más difícil es dejar las harinas blancas y que toca dejar en un 100 % los carbohidratos, y eso no es cierto. Lo que tiene que aprender es cómo se conforman esos carbohidratos, como se conforman ese grupo de alimentos y saber que se pueden reemplazar por unos más saludables porque igual son necesarios”.
Es aquí donde quizá todas las personas nos hemos encontrado con un obstáculo, los antojos. Esto es lo que piensan las mishmashladies sobre un problema tan frecuente como este:
“Yo creo que en general a la gente le cuesta tanto dejar el azúcar y las grasas saturadas malas es porque al fin y al cabo tenemos antojos y no sabemos manejar nuestras emociones, entonces siempre que tenemos un vacío o alguna preocupación nos vamos a la nevera. Cuando empezamos a reconocer nuestras emociones, uno como persona comprende que no necesita ir a llenar esas emociones con comida”.
Claudia y Camila compartieron algunos consejos básicos para cambiar hábitos y lograr unos más saludables, además de dos tips para hacerle frente a los antojos:
“Tenemos un lema y es que cuando uno enseña, sigue aprendiendo y sigue cambiando, entonces es motivar a cambiar a quienes están a tu alrededor, ya sea amigos, familia, que ellos igual lo van a pedir porque empiezan a ver tu cambio de adentro hacia afuera”
4. “Les decimos a las personas que escriban mucho sobre lo que quieren hacer, que anoten sus avances porque cuando uno ve los avances es que se motiva uno mismo para seguir adelante y a mostrale a los demás lo que uno ha logrado para que ellos también lo puedan lograr”.
Hidratación. “Mantenerse bien hidratado hace que tu cortes inmediatamente esas ganas y esa necesidad de comer dulce o harinas blancas o lo que no te hace bien. Muchas veces el cerebro manda una señal y no se sabe si es de hambre o de sed y muchas veces es de sed, entonces el agua puede inhibir esos deseos de antojos”.
Aprende sobre alimentación y encontrarás nuevas alternativas a estos antojos que nos hacen tanto daño. “Para nosotros es importante que la gente prefiera fruta o busque grasas buenas como nueces y semillas, que van a tener proteína que ayuda a que la gente se sienta más saciada”.
No sentimos antojos solo por la parte emocional, sino también porque podemos tener deficiencias nutricionales