El intérprete de “Colores”, basado en su propia experiencia, desarrolló una herramienta para gestionar las emociones.
Durante el peor momento de la pandemia de covid-19 se desató otra emergencia sanitaria, la de salud emocional y mental. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la crisis causó un aumento del 27.6 % de los casos de trastorno depresivo mayor, un 25.6 % de los casos de ansiedad. De acuerdo con el organismo internacional, las personas más afectadas fueron las de los países donde hubo mayores restricciones de movilidad, más muertes en comparación a la población y mayor número de contagios.
La Organización Panamericana de la Salud, ante este panorama, reconoció que en los países de América se necesitaban herramientas importantes para darle gestión a la situación de salud mental y es que desde que se anunció que la enfermedad causada por el SARS-CoV-2 fue declarada pandemia se vendría una avalancha de casos de depresión y ansiedad.
Para nadie es un secreto que J Balvin ha abierto su corazón al mundo para hablar sobre el trastorno depresivo que padece. Unos días sus energías están arriba y otros abajo, pero trata de gestionar este tipo de emociones. La pandemia puso a muchas personas a experimentar un poco lo que él sentía y, como era de esperarse, entendió el mensaje.
Reunió a un grupo de amigos y les dijo “vamos a crear una app de bienestar y salud mental” y fue cuando nació OYE app. Esta herramienta, según Mario Chamorro, CEO del aplicativo, “recopila emociones dentro de una aplicación que nos ayuda y le ayuda al usuario a entender sus emociones que son un lenguaje muy universal”.
Pero, según Chamorro, no se queda solo en ello, sino que también le ayuda al usuario a transformar esas emociones en una fuente de inspiración para darle rienda suelta a la creatividad. No es una tarea fácil, pero con el paso del tiempo y del uso de la aplicación es muy posible que se aprenda a gestionar mucho mejor las emociones.
Era Antiló, directora de comunicaciones de OYE, asegura que es necesario no esquivar lo que se siente, sino acogerlo. Para ella no hay emociones buenas ni malas, simplemente son emociones y está bien que el ser humano las experimente, el asunto está en saber darle gestión a cada una de ellas.
“Todas las emociones tienen algo que enseñarte. Entonces, hay que recibirlas como lo que son: grandes maestras en nuestra vida que nos vienen a mostrar por afinidad o contraste algo que ya estamos listos y listas para ver”, expresa Antiló.
Cada uno de los involucrados en la creación de esta herramienta tuvo algo que aportar desde sus experiencias. Pero hubo algo muy importante también y es que al hablar de salud mental y emocional se debe hacer desde un enfoque de responsabilidad y empatía y es ahí donde también entraron a jugar profesionales de este campo.
El usuario debe crear una cuenta y posteriormente empezar a explicarle a la app cómo se siente. En la pantalla aparecen una serie de emociones y este debe tratar de identificarlas en él o ella. Luego visualizará una serie de ejercicios que le ayudarán a gestionar mejor lo que está sintiendo. Cada una de las prácticas están pensadas en darle gestión a dicha emoción en el momento requerido.
Esto se hace teniendo en cuenta que las personas no experimentan lo mismo todo el tiempo y que cada situación vivida puede generar un sentimiento diferente. Como lo explica Chamorro, no es lo mismo sentirse triste por pelear con la mamá, terminar una relación amorosa o ser despedido del trabajo.
Bajo todo este entendido, la aplicación de salud emocional de J Balvin no busca reemplazar a un profesional de la salud mental, sino que será un complemento en ese proceso de escucha de las emociones que puede llegar a sentir cualquier ser humano.