Los buenos hábitos alimenticios sirven como barrera para las enfermedades. Estos son algunos alimentos que te ayudarán a conservar la buena salud.
Aunque los efectos de nuestros malos hábitos alimenticios no son inmediatos, está claro que nuestra dieta puede influir de manera positiva o negativa en nuestra salud. Así lo confirma la nutricionista y dietista, Marcela Chacón, quien considera vital para prevenir enfermedades la adopción de una dieta balanceada, en la que se modere el consumo de grasas y azúcares y se incluyan alimentos de todos los grupos en cantidades adecuadas.
“Una alimentación que incluya el consumo diario de frutas, vegetales y lácteos está asociada a un menor riesgo de padecer enfermedad coronaria y otras enfermedades crónicas, también ayuda a reducir significativamente la presión sanguínea en personas con hipertensión arterial” .
Y si bien es cierto que la mayoría de los problemas de salud llegan con los años, cada vez vemos a más jóvenes padeciendo enfermedades digestivas, obesidad y otros problemas derivados de una alimentación inadecuada.
La experta en nutrición sugiere ingerir estos 6 tipos de alimentos para prevenir enfermedades futuras y combinarlos con hábitos de vida saludables:
1. Lácteos bajos en grasa
Previenen la osteoporosis y ayudan a reducir la tensión arterial.
Los lácteos son una fuente de proteína de alta calidad que ayuda al fortalecimiento de los huesos, previenen la osteoporosis en la edad adulta y mantienen los niveles de azúcar en la sangre. También tienen un alto contenido de calcio y vitamina D. “El calcio dietario además de sus beneficios para la salud ósea y dental, también ha sido relacionado con la prevención y tratamiento de la obesidad” agrega Marcela.
2. Frutos secos (nueces, almendras, pistachos…)
Previenen las enfermedades cardiovasculares.
Los frutos secos aportan una gran cantidad de grasas buenas que ayudan a prevenir enfermedades del corazón. También son ricos en proteínas, fibra y vitamina E. Puedes comerlos como snacks durante el día para calmar el hambre, pero ten cuidado de no excederte pues contienen muchas calorías.
3. Aceite de oliva
Protege las arterías y mantiene el nivel de colesterol bajo.
Al igual que los frutos secos el aceite de oliva contiene grasas buenas, es decir, grasas monoinsatuadas que ayudan a combatir las enfermedades del corazón, así como antioxidantes que le da un efecto antiinflamatorio. Una buena opción es consumirlo en ensaladas y pastas. La porción ideal es de 4 a 5 cucharadas soperas al día.
4. Alimentos con probióticos (yogurt, kefir, chucrut, miso…)
Refuerzan el sistema inmunológico y mejoran la digestión.
“Los probióticos son bacterias, cuyo consumo regular ayuda a reforzar el sistema inmunológico y contribuyen a la prevención del estreñimiento” afirma Marcela. Las fuentes naturales de probióticos como el yogur, permiten que nuestro organismo absorba vitaminas y minerales, cuidan la flora intestinal, aumentan la energía y mejoran la salud de la piel.
5. Frutas y verduras (col, espinaca, lechuga, brócoli…)
Mejoran el tránsito intestinal y regulan los niveles de glucosa en la sangre.
El consumo regular de frutas y verduras aporta vitaminas y minerales, ácido fólico, hierro magnesio, antioxidantes y otras propiedades necesarias para el buen funcionamiento del organismo. Son ideales para prevenir enfermedades digestivas y ayudan a cuidar el metabolismo.
6. Gengibre
Alivia las náuseas y combate los virus.
El gengibre ha sido usado de forma milenaria para combatir el virus de la influenza y como un poderoso antiinflamatorio. Se le atribuye la capacidad de aliviar las náuseas por lo que se recomienda a mujeres en embarazo y, es bien sabido que ayuda a disminuir la presión arterial y a combatir las infecciones del sistema inmunológico.