La realidad sobre la soledad de las madres durante los primeros años de crianza
La maternidad es una etapa maravillosa y enriquecedora para muchas mujeres. Sin embargo, también puede traer consigo una sensación de soledad de la que poco se habla, pero que muchas mujeres experimentan. Los primeros años del bebé son extenuantes, vamos con él a todas partes y estamos constantemente al pendiente de sus cuidados y necesidades, pasando a un segundo plano la privacidad de la mamá y sus sentimientos como persona individual.
Este sentimiento de soledad no tiene nada que ver con un rechazo hacia la maternidad. La verdad es que puedes estar feliz de tener a tu bebé al lado, pero te hace falta rescatar esa vida propia que tenías unos meses atrás.
A pesar de sentirte feliz por tener tu bebé, has notado que hay otro sentimiento que también se encuentra en ti y te hace sentir algo extraña: una soledad que no habías experimentado antes de convertirte en madre.
En el portal bebesymas.com, la bloguera Lucy Ortega explica que “es común que cuando nos damos cuenta por primera vez de esta sensación de soledad, caiga sobre nosotras un sentimiento de culpa, pues se supone que, de acuerdo con las expectativas que en ocasiones impone la sociedad a las madres, deberíamos sentirnos plenas, agradecidas y estar llenas de alegría todo el tiempo porque nuestro bebé ha nacido”.
Y es que aunque tener a nuestros hijos hace que brote a flor de piel todo tipo de sentimientos de amor, protección y ternura, ser madre es un trabajo altamente demandante que nos pone a prueba tanto a nivel emocional, como en el físico y mental.
Nuevos horarios, una recuperación posparto y una fuerte dosis de agotamiento, torna un poco más complicada nuestra vida y, en consecuencia, nos sentimos perdidas e incluso incomprendidas.
Estos nuevos retos y cambios hacen que nuestra rutina no coincida con la de los demás, por lo que solemos criar a solas, en la intimidad de nuestro hogar. Nosotras mismas nos aislamos un poco sin darnos cuenta.
No obstante, aunque sentir soledad sea algo común o esperado en esos primeros meses, no significa que debas pasar el tiempo sola. Habla con tu familia, pareja y amigos sobre lo que sientes en estos primeros meses de crianza.
“Mantener el contacto con las personas que aprecias, así como pedir ayuda siempre que lo necesites son dos cosas que no debemos dejar de lado. La primera nos ayudará a mantener la cordura y conectar con nuestra vida fuera de la maternidad, y la segunda, a obtener ese merecido descanso que necesitamos durante esta etapa”, afirma el mismo portal.