Perder esos kilos de más que quedan después del embarazo no es una tarea nada fácil para las madres.
Sin duda alguna, el proceso de gestación de un ser humano es uno de los acontecimientos más impresionantes de la vida y, por ello, varios estudios se han enfocado en analizar cada detalle de esta etapa que experimentan las mujeres mientras su cuerpo va cambiando con el paso de esos nueve meses en los que deben esperar para ver a su recién nacido.
Además, también se han enfocado en todo lo que conlleva esta nueva etapa para las madres en cuanto a su salud mental, emocional y física, pues después del parto también enfrentan todo un reto por recuperar su imagen que, en la mayoría de los casos, puede generar estrés y hasta depresión, pues muchas veces no logra recuperarse tan rápido como la sociedad lo exige.
En un artículo publicado en BBC Worklife narran la historia de la canadiense Sharon Oakley como ejemplo de esta cruda, pero real experiencia que tuvo que atravesar tras haber dado a luz en 2018. “Te ves muy bien, ¡realmente te has recuperado!”, eran los comentarios que le hacía la gente después de volverla a ver luego del nacimiento de su bebé.
Aunque probablemente la aprobación de la gente podría calmar sus ansias, la verdad era que no estaba pasando por un buen momento, porque físicamente estaba sufriendo debido a que había empezado a tener un problema de incontinencia urinaria; cuando iba a trotar, mientras cargaba a su bebé en coche o mientras se movilizaba hasta su lugar de trabajo, siempre tenía algunas fugas que la hacían sentir incómoda.
Al poco tiempo, a Oakley se le diagnosticó prolapso de vejiga, rectocele y uterino, es decir, que los órganos pélvicos no se lograban mantener en su lugar adecuadamente porque sus tejidos estaban débiles. Aunque después de cuatro años su condición mejoró, todavía sufre pérdidas ocasionales por las que tiene que cargar ropa interior a todas partes y esto la ha llevado a pensar en renunciar a su trabajo.
“Es una parte muy extraña de nuestra cultura en la que medimos el período posparto de una mujer en términos de cómo se ve, en lugar de cómo se siente”, dice Oakley. “Me veo bien, pero tengo estas lesiones con las que sigo lidiando todos los días”.
Como ella hay cientos de mujeres que luchan a diario con otras complicaciones después del parto, motivo por el que seguramente decidió compartir su historia con la intención de hacer una reflexión sobre la importancia que se le da a bajar de peso después del parto, en lugar de los cambios que enfrenta el cuerpo de una madre después del embarazo.